Meditaciones Para El AyunoSample

La combinación perfecta

No podemos hablar de ayuno si no hablamos de oración. Así como la lectura bíblica juega un rol importante en el ayuno, la oración es otro pilar fundamental del tiempo de ayuno. A lo largo de la Biblia nos encontraremos que los hombres y mujeres que ayunaron acompañaron su ayuno con oración, clamor e intercesión.

Cuando ayunamos nos humillamos para acercarnos más a Dios. La meditación en la Palabra de Dios nos empieza a alimentar; por medio de ella Dios nos habla. Entonces, ¿qué hace la oración? La oración es el medio por el cual nos involucramos en una relación íntima y personal con Dios. La oración nos permite conversar con Dios. Es la oportunidad que tenemos para ser específicos sobre aquellas cosas que tenemos la necesidad de decirle a Dios. La oración hace que la relación personal con Dios sea de doble vía, ida y vuelta.

En el tiempo de ayuno nos damos cuenta de que hay cosas que debemos hablar sinceramente con Dios. Tal vez son cosas que debemos confesar. Peticiones específicas sobre algo que nos esté sucediendo. O puede ser que nuestro corazón se haya encendido en una adoración sincera y apasionada hacia Dios que vemos la necesidad de expresarla con palabras.

Debemos entender que Dios quiere también escuchar nuestra voz, Él quiere que nuestro clamor llegue a Su presencia. La intimidad con Dios no es un monólogo, es un diálogo. Dios quiere conversar con nosotros y la manera de hacerlo es por medio de la oración.

La oración y el ayuno nos lleva a acercarnos tanto a Dios que es entonces donde vemos con mayor claridad el camino por el cual debemos caminar, las decisiones que debemos tomar, las palabras que debemos decir, los pasos que debemos emprender. Es gracias a la combinación del ayuno y la oración que nuestros sentidos espirituales se abren a la dimensión de Dios.

La oración le da sentido al ayuno. Y el ayuno le da respaldo a la oración.

Oración:

Gracias Padre, porque no solamente quieres que yo te escuche, sino que ahora entiendo que quieres escucharme. Tú quieres que mi clamor llegue a Tu presencia. Tú quieres que entable una comunicación sincera contigo. Espíritu Santo, cuando yo no sepa por qué motivos debo orar, sé Tú mi guía en todo tiempo.

¡Felicitaciones! Hemos llegado al final de estos 6 días de ayuno, te animamos a seguir practicando esta valiosa disciplina espiritual. Sigue profundizando tu búsqueda personal de Dios. Puedes contactarnos en el siguiente enlace: https://www.instagram.com/capellan.chris/