Antes de partirSample

Escrito por Samantha, 15 años, de Blaine, Minnesota, EE. UU.

Cuando estaba en la escuela primaria, mi maestra siempre daba cupones de "libre de tareas" como recompensa. Con uno de ellos, quedábamos exonerados de cualquier tarea que eligiéramos. Lo que más me gustaba era gastar ese cupón y que todos los demás tuvieran que hacer la tarea menos tú. Ahora, imagina si alguien te diera el suyo sin más. Sin hacer preguntas y sin haber hecho nada para merecerlo. Este sentimiento nos da una pequeña visión de lo que se siente el aceptar lo que Jesús hizo por nosotros.

Todos hemos tenido un momento en el que nos equivocamos, tomamos una decisión egoísta, herimos a otra persona o no cumplimos con las expectativas: esto se llama pecado. El pecado es lo que separa a los humanos de Dios. Pero, ¿adivina qué? Ya no tenemos que vivir con el peso de ese pecado. Podemos vivir en libertad. Podemos vivir sin vergüenza. Y sobre todo, podemos tener una relación con Él. Esto es gracias a aluien: Jesús. Aunque merecíamos morir separados de Dios, Jesús sacrificando Su vida perfecta por nuestras vidas defectuosas, nos dio la oportunidad de estar con Dios. Jesús pagó el alto costo y murió por nosotros pasando por cantidades extraordinarias de dolor físico, emocional y espiritual a causa nuestra. Fue desinteresado y lo soportó todo por nosotros para que pudiéramos estar cerca de Dios. No hay mayor amor que el que Jesús mostró en la cruz. Jesús quiere que vivamos una vida plena y completa.

Así que hoy, dedica un momento a reflexionar sobre todo lo que Jesús ha hecho por ti y lo que eso significa para tu vida.