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Liderazgo Y ProductividadSample

Liderazgo Y Productividad

DAY 2 OF 3

Ética y trabajo Desde muy joven le escuché a mi pastor decir que un buen cristiano es un buen ciudadano, un buen patrón en caso de ser empresario y un empleado ejemplar en caso de prestar sus servicios a una compañía. En temas económicos nos enseñaba que la libertad de examen respecto a las escrituras ha hecho que en Latinoamérica existan varias corrientes o tendencias teológicas con relación a la prosperidad. Algunas corrientes se matricularon en la teología de la miseria, según la cual cree que el reino de Dios se conquista a través de la pobreza; en algunos lugares piensan que la santidad se consigue a través de méritos, olvidando que la salvación se logra únicamente por medio de la fe (Ef. 2:8-9). Otras corrientes convirtieron la piedad en una fuente de ganancia; es lo que hoy conocemos como la teología de la prosperidad, en esta se cree que con la “Palabra de fe” se obtiene “el poder” para mover a Dios; es decir, Dios esta al servicio del creyente, cuando las escrituras enseñan que es el creyente quien esta al servicio del Señor (1 Tm. 6:5, 9-11). La sana doctrina enseña sin embargo, que no es ni teología de la miseria, ni teología de la prosperidad, sino ética del trabajo. Que Dios prospera la obra de nuestras manos, que bendice nuestro esfuerzo personal honesto, si nos sometemos a las leyes que Él ha puesto para la economía. “Acuérdate del Señor tu Dios, porque Él te da la capacidad de producir riquezas” (Dt.8:18) Dios nos diseñó para ser productivos y como fruto de esto, de forma natural podemos generar riqueza. De alguna forma lo que hoy estamos viendo en varios lugares de Latinoamérica a través de las protestas es un “choque” de corrientes, no propiamente cristianas, pero sí filosóficas. Los capitalistas piensan: "Lo que es mío, es mío y me lo quedaré". Los comunistas creen: "Lo que es tuyo es mío, y tengo derecho a tomarlo, necesitamos redistribuir la riqueza”. Pero un fiel seguidor de Jesús piensa: "Lo que es mío, es realmente de Dios y estoy dispuesto a compartirlo". Nuestra cultura dice que el trabajo es para la realización personal. La Biblia enseña que a través del trabajo glorificamos a Dios (Col. 3:17-23). Nuestra cultura dice que debemos almacenar tanta riqueza como podamos. La Biblia enseña que de nada le sirve al hombre ganarse el mundo entero si al final pierde su alma (Mt. 16:26). Recuerdo que en algunas oportunidades mi pastor decía al final de una predicación: “Equilibrio y Balance” es lo que debe caracterizar a un buen cristiano (Mt. 6:19-20).
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