Dios en Mi MaternidadSample
La maternidad desde los ojos de Dios: Ana.
Creador del Universo, Dios Todopoderoso, capaz de crear la luz y la oscuridad con Su fuerte voz. Un Dios tan extraordinario, ¿sería capaz de no estar presente en nuestra maternidad? Parecería incierto que las madres pensemos algo similar, pero cuando los días son complejos y las noches largas, no solemos ver a Dios tan de cerca.
Cuando nos abraza la tristeza profunda, nos atacan los miedos, nos persigue la incertidumbre del futuro, este Dios creador no se puede apreciar. Es como si Dios se desligara, por ser muy arriesgado, entrar al corazón de una madre. El corazón que guarda tantas emociones, frustraciones, enojos, cansancio, agotamiento físico y mental. Dios está apunto de tocar la puerta de nuestro corazón, pero cuando se percata del caos, decide apartarse, porque es demasiado complejo ante Su poder.
Sé que en ocasiones podemos pensar todo esto, y hasta creer que nuestras circunstancias son muy vanas para Dios. Que nuestra vida cotidiana no es tan importante para Jesús. Pero, ¡qué bueno que estás leyendo estas líneas! Porque a partir de ahora comenzaremos a ver la maternidad diferente. Ven junto a mí e imaginemos cómo algunas mujeres de la Biblia vivieron su maternidad con un Dios Presente que se interesó en ellas y hoy también se interesa en nosotras.
Hoy te hablaré de la maternidad desde los ojos de Ana, la madre de Samuel. Recordemos a Ana, la que postrada gemía en aquella sinagoga. Sus lágrimas llenas de tristeza no podía notar un Dios interesado en su dolor y en su profunda petición. “¿Será posible que Dios me tome en cuenta? ¿Será Dios capaz de consolar mi alma y traer respuesta a este gran dolor?”.
En aquella escena se podía apreciar una mujer llena de tristeza. Elí, el sacerdote, un poco confundido con el comportamiento de Ana. ¿Y Dios? Dios parecía no estar allí. Sin embargo, el Dios de Ana, sí estaba. Estaba tan pegado a su pecho, tan atento a sus palabras entrecortadas. Dios temblaba de amor ante cada sollozo de esta hermosa mujer. El cual no dudó, por ningún momento, en interesarse en el clamor de Ana.
Un día, Ana cantó agradecida por el milagro de vida que Dios le había regalado, su hijo Samuel. Dios la escuchó y le regalo el privilegio de ser madre, nada más y nada menos, que del sacerdote Samuel. Dios te escucha, hermosa mamá.
Reflexionemos: Dios tiene el poder de entrar a tu confuso corazón. No lo dudes. Él puede entrar y enfrentar la duda hasta derribarla. Dios llega y lo cambia todo. Hoy Su amor por ti te invita a que lo conozcas y veas tu maternidad desde Sus ojos.
About this Plan
En ocasiones las madres podemos pensar que nuestras circunstancias son vanas para Dios. Que nuestra vida cotidiana no es importante para Jesús. ¡Qué bueno que estás leyendo estas líneas!, porque a partir de ahora comenzaremos a ver la maternidad diferente. Ven junto a mí e imaginemos como mujeres de la Biblia vivieron su maternidad con un Dios presente que se interesó en ellas y hoy se interesa en nosotras.
More