El Regalo Más GrandeSample

Semana 1 - Día 3 

Todo Don Perfecto

Lectura: Lucas 11:1–13; Santiago 1:17

DEVOCIONAL: Santiago 1:17

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.”

En nuestra lectura de hoy, tanto Jesús como Santiago nos animan a ir ante Dios con nuestras necesidades más profundas, creyendo que Él responderá con buenas dádivas y dones perfectos porque Dios es bueno y Su carácter no cambia cuando cambian nuestras circunstancias.

La iglesia primitiva a la que Santiago estaba escribiendo se había dispersado debido a la persecución. En su carta, les recordó que aferrarse firmemente a su fe a través de todo tipo de pruebas produciría en ellos paciencia. Aquellos que pidieran sabiduría a Dios, debían pedir con confianza, con fe sin dudar nada.

En Lucas leemos que los discípulos de Jesús le pidieron que les enseñara a orar. Jesús no solo ofrece un modelo de oración, sino un vislumbre a la naturaleza y el carácter de Dios. Jesús nos dijo “Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá.” (Lucas 11:9). Nuestro Padre Dios ama a Sus hijas y, aunque ya sabe todo sobre nosotras, quiere que vayamos a Su presencia y pidamos dones que se alineen con Su voluntad y hagan anticipar Su reino.

Si tus oraciones no han sido respondidas de la manera que deseabas, confía y cree que nuestro Dios solo dará dones que se alineen con Su carácter, y Él es bueno. Quiere lo mejor para ti. Santiago llama a Dios "el Padre de las luces", y en esta temporada de Adviento, que cada luz de Navidad que veas te recuerde que los caminos de Dios son mejores que los tuyos, Él es inmutable y te ama tanto que no puede darte nada más que lo mejor, incluso cuando no es lo que esperabas.

Oración

Dios Padre, gracias por invitarme a ir a Ti en oración con los deseos más profundos de mi corazón, los lugares donde me siento débil e impotente y en necesidad de Tu provisión. Mientras cuelgo las luces de Navidad o las veo en las casas de mis vecinos, que me recuerde que todos los regalos buenos y perfectos provienen de Ti, y que Tú me amas. Amén.