BendecirSample
Estoy convencido de que conoces los 5 ministerios establecidos en Efesios 4, si no es así, ¡te invito a que lo estudies! Uno de estos ministerios es el de "maestro" quien, en términos simples, tiene de parte de Dios el don de enseñar la Palabra; lo interesante es lo que nos muestra el Proverbio 16 acerca de la enseñanza, y nos dice que nuestro conocimiento de las Escrituras podrá aumentarse de acuerdo a la dulzura con la que se enseña la Palabra de Dios, es decir, el estudio bíblico tiene que ir siempre sazonado con el amor de Jesús. Es verdad que muchos, en algún momento, hemos dado más golpes contundentes que palabras de bendición, aún utilizando la Escritura, esto es algo que mayormente practicaban los fariseos y que hacían afligir al pueblo de Israel por su legalismo y religiosidad, que la Escritura y el mismo Jesús condenaban.
Esto solo es un camino equivocado que seguramente muchos predicadores o expositores de la Palabra practican, algunos conscientes del daño que hacen y otros equivocados en una inocencia que no es justificable pero que puede suceder por la falta de estudio profundo de las Escrituras.
Proverbios 16:21 nos muestra que en todo momento, el tesoro que esta en nuestros labios debe ser tan dulce que la enseñanza bíblica proceda a anidarse en lo profundo de nuestro corazón, trayendo consigo misma, gozo, amor, y mucha paz.
Bendecir, es una labor constante del cristiano, no solo para alejarnos cada día mas de la amargura, sino acercarnos a la felicidad, amor y gozo que nos da el Señor. Dar siempre va ser más bienaventurado que recibir, pero debemos dar lo bueno del tesoro de nuestro corazón. No demos lo que no queremos recibir, pero seamos afables para recibir de parte del Señor aquello que nos confronta en beneficio de nuestra vida espiritual y de quienes nos escuchan, o en este caso, nos leen. TE BENDIGO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO.
About this Plan
En nuestros labios se encuentra la clave para una vida plena y lejos de la amargura; poder externar palabras no es cualquier cosa cuando entendemos que nuestra boca tiene poder. No se trata de algún truco o positivismo moderno, se trata del poder que nos ha sido delegado desde el Reino de los cielos. ¡Vamos a descubrirlo!
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