Hablemos De DiosSample
Dios provee
Las experiencias de la provisión de Dios para sus hijos son incontables. El reconocido predicador inglés Charles Spurgeon narró una anécdota muy interesante que ilustra muy bien la misericordia de la providencia divina. Él contó que en una ocasión cuando viajaba en tren se percató que había dejado el boleto en su casa y que no tenía ningún dinero con él. El pasajero que viajaba a su lado se mostró preocupado por su situación y Spurgeon le dijo:
“Voy viajando en los asuntos del Señor y estoy seguro de que todo estará bien, que todo saldrá bien. He experimentado tantas intervenciones de la Divina Providencia, tanto en asuntos pequeños como en otros muy grandes, que siento que independientemente de lo que me suceda, voy a terminar cayendo a Sus pies agradecido."
Lo interesante es que así mismo fue, cuando el recolector de boletos entró para pedir el suyo, el pasajero le dijo al hombre que todo estaba bien, y éste se marchó. Resultó que su compañero de viaje era el gerente del ferrocarril.
Recordemos el becerro que apareció para el sacrificio que Abraham iba a hacer, en sustitución de su hijo amado. Este hombre de fe conocía a su Dios, por eso le dijo a su hijo: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío.”. Gén. 22:8 Cuando Agar estaba en el desierto con su hijo muriendo de sed, Dios proveyó una fuente de agua para que ella pudiera llenar su odre. Gén. 21:19 No puedo seguir dando ejemplos de la provisión divina porque son innumerables.
Tengo la certeza de que todos tenemos historias de cómo Dios nos ha provisto en diferentes momentos de nuestras vidas. Lo que muchos considerarían coincidencias no son si no muestras del amor y la bondad de Dios. Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” Mt. 7:7 Por tanto, lo que nos es dado, lo que hallamos y lo que se abre delante de nosotros, son todos actos de Dios a favor nuestro.
Lo que sí es importante es que no sólo descansemos y confiemos en la providencia divina, sino que también pidamos, busquemos y llamemos. La fe requiere acción, es necesario orar, reconocer nuestra dependencia del Padre. También es necesario que conozcamos sus promesas para que podamos agarrarnos de ellas.
Tomemos, por ejemplo esta palabra, “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Rom. 8:32 ¡Gracias demos a Dios por su continua provisión y su gran misericordia!
About this Plan
En este plan de cinco días compartiremos detalles maravillosos de Dios hacia sus hijos. Son cosas que debemos recordar para que nuestra confianza en Él se fortalezca y nos mantengamos firmes en la fe. Te invito a que hablemos de Dios, para que juntos nos deleitemos en Él.
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