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No te abandones, aún hay una oportunidadSample

No te abandones, aún hay una oportunidad

DAY 1 OF 3

El DESÁNIMO, una demolición por implosión.

Cuando pienso en “el desánimo” vienen a mi mente esas imagines que seguramente tú también alguna vez viste en Internet, de la demolición controlada de grandes edificios con pequeñas explosiones. En un momento se ve una grandiosa edificación, a veces con muchos pisos de altura, y se pueden incluso observar los detalles de la construcción. Y de pronto, una serie de pequeñas explosiones empiezan a tener lugar en distintas partes de la estructura, y quedamos pasmados cuando vemos como todo ese majestuoso edificio se derrumba en apenas segundos.

Así es el desánimo en una persona. Pequeñas implosiones en lugares clave de tu estructura que comienzan lentamente a minar tu fortaleza y, casi sin darte cuenta te comienzas a derrumbar.

No son los grandes problemas y conflictos los que normalmente producen que una persona se encuentre desanimada, sino los pequeños conflictos no resueltos que se van sumando y explotando.

Quiero compartir contigo en este primer día de estar juntos en esta serie, una de las herramientas que Dios ha dejado a nuestro alcance para comenzar a identificar “esa dinamita” en nuestra estructura y desactivarla y quitarla antes de que explote.

Esa herramienta poderosa fue utilizada por el salmista, y nos cuenta su experiencia en el Salmo 77.

1) El salmista cuenta honestamente que estaba en una temporada de gran desanimo y veía como se estaba desmoronando su vida.

Salmos 77:1-3

Clamo a Dios: sí, a gritos. ¡Oh, si Dios me escuchara! Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo. Pienso en Dios y gimo, abrumado de tanto anhelar su ayuda.

2)  Pero luego se hizo a si mismo una serie de preguntas que lo ubicaron inmediatamente:

Salmos 77:7-9

¿Me habrá rechazado para siempre el Señor? 
¿Nunca más volverá a ser bondadoso conmigo?
¿Se ha ido para siempre su amor inagotable?
¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre?
¿Se ha olvidado Dios de ser bondadoso?
¿Habrá cerrado de un portazo la entrada a su compasión?

3) Y esas honestas preguntas que todos nos hacemos en momentos de gran desánimo lo llevó a la salida y escribió: 

Salmos 77:11-12

Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh Señor; recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados. Siempre están en mis pensamientos; no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas.

Amigo, amiga, que estas leyendo esta corta reflexión del primer día de nuestro camino juntos, tal vez estés desanimado, pero quiero que te tomes un momento para recordar lo que Dios hizo por ti en el pasado.

¿Ha sido bueno contigo? ¿Recuerdas algún milagro en tu vida? ¿Te sostuvo en tiempos difíciles? 

Dios es el mismo hoy que ayer, y será mañana el mismo. Y el Dios que te sostuvo con su mano poderosa seguirá haciéndolo. 

La primera herramienta que Dios dejó a nuestro alcance para desactivar las pequeñas cargas de explosivos que están en tu vida y que amenazan con destruirla a través del desánimo es: RECORDAR.

Dios es un Dios Santo. Y todos sus caminos son Santos. Vuelve tu corazón a Él ahora mismo. ¡Recuerda lo bueno que ha sido contigo, y su Espíritu Santo te sacará de tu desánimo!

Sígueme, luego, en la próxima reflexión de esta serie, pero antes anota este versículo, y medita en él: 

Filipenses 4:8

Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.

Dios te bendiga,

Wendy Palau



Day 2

About this Plan

No te abandones, aún hay una oportunidad

¿Estas cansado, desanimado, o sientes que estas solo? Una de las características de estos meses de pandemia, con encierros, noticas de enfermedades y muertes es que muchos han agachado la cabeza, y doblado la espalda, porque el peso ha sido demasiado. Pero antes de que te abandones completamente quisiera que me des la oportunidad de acompañarte por tres días, y veamos juntos alternativas. ¡Acompáñame! ¡Solo un esfuerzo más! Wendy Palau

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