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¡Permanece! ¡Permanece!

Del 0 al 10, ¿cuánto amas a tus hijos? (o cuánto los amarías, si todavía no los tienes). El amor que recibimos cuando nos convertimos en padres y madres es uno de los más fuertes, de los más intensos que hay en el mundo. 

¿Cuánto crees que te ama Jesús? Mira lo que dice Jesús en este pasaje del capítulo 15 del evangelio de Juan, y déjame que lo personalice para ti: “Como el Padre me ha amado, así también yo te he amado…” (Juan 15:9). ¡Wow! Es como si le preguntases a Jesús en oración: “¿Señor, cuánto me amas?” y Él te contestase diciendo: “¿Cuánto crees que me ama el Padre? Pues así te amo yo”.

Pero Él continúa diciendo: “Permanece en mi amor. Si guardas mis mandamientos, permanecerás en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor...” (Juan 15:9-10). 

Muchas personas piensan que, cuando caen en pecado, Dios les ama menos, pero no es así: Su amor por ti ya está garantizado en la primera parte del versículo, y es tan grande como el del Padre. No, cuando caes en pecado no es que Dios se aparte de ti, sino que ese pecado te aleja de Él, se convierte en un obstáculo que afecta tu relación con Él. Es por eso que Jesús te invita a “permanecer” en Su amor, a no dejar que nada te separe de Él.  

Querido/a amigo/a, ¡no dejes que ningún pecado se interponga en tu relación con Dios! Que tu determinación por apartarte de cualquier tentación, pecado o persona que quiera estorbar tu comunión con Dios sea tan grande, que puedas decir como el apóstol Pablo: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, mi Señor” (Romanos 8:38-39). ¡Amén!

Permanece firme en Su amor. 

¡Eres un Milagro!
Christian Misch