Paz InquebrantableSample
DÍA 2 – QUIETO PERO NO EN SILENCIO
Imagínate por un instante este escenario: estás realizándote controles rutinarios de salud, tu medico te pide un análisis completo de sangre y orina. Te decís a vos mismo, ¿qué podría salir mal? Ya me hice antes estudios, todo dio perfecto, está vez pasará igual. Continúas con tu rutina cotidiana pero ese hilito de pensamiento que te dice: y si no sale todo bien… aparece. Es sigiloso, parece pasar desapercibido pero está. Termina tu día, te vas a dormir y justo cuando cerras tus ojos, ese pequeño pensamiento se convierte en miedo. Tu mente comienza a armar escenarios diversos y como toda película de TERROR, sus finales son atemorizantes.
Al día siguiente te levantas con fatiga por un mal descanso y, como si fuera poco, lo que había comenzado como un hilito de pensamiento, se convirtió en ansiedad, miedo, angustia. Ya perdiste la paciencia y quieres los resultados. Tu mente no te deja tranquila.
Ahora, te pregunto: ¿Te pasa a vos? No necesariamente tiene que sucederte con un análisis clínico. Puede ser con un trabajo, la facultad, tu familia, la inseguridad y tantas cosas más. Tan sigilosos que aparecen en silencio pero cuando toman su lugar, nos llevan a desesperarnos.
En el DÍA 1, descubrimos la hazaña de quedarnos quietos, en reposo. Hoy quiero contarte que el secreto del reposo es la ORACIÓN.
Hablar con Dios, es la base de una vida en reposo. En Filipenses dice: “en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios”
TODA ocasión. Es absoluto. Esto quiere decir que ÉL quiere que le cuentes sobre todo “Y Si...” que te aterra o te da felicidad. Él quiere escucharte antes de que llegues a un estado de miedo y ansiedad, porque al contarle todos esos escenarios que ya te armaste, tu futuro próximo o lejano, ya no está al control de tus pensamientos, sino de Aquel que te escucha y te dice: TEN CALMA.
VERSÍCULOS:
Efesios 6:18 Nueva Versión Internacional
18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos.
Scripture
About this Plan
Y si te digo que todo se soluciona hablando con Dios, ¿qué dirías? Si, ya sé… es fácil decirlo cuando estás en calma, pero ¡qué desafío es gritarlo en medio de la tormenta! En 4 días quiero que me acompañes a descubrir LA PAZ que convierte la tormenta en calma. La ansiedad en confianza. El insomnio en descanso. La angustia en gozo. Vamos a sumergirnos y estudiaremos FILIPENSES 4:6-7
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