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LISIADOS ESPIRITUALES

En la Biblia tanto en el Antiguo como Nuevo Testamento encontramos registro de personas que, a diferencia de aquellos que destacaban por sus virtudes y manifestaciones poderosas en la obra de Dios, eran conocidos por sus enfermedades o limitaciones físicas que los restringían en sus llamados. 

La palabra “lisiado” proviene del latín “laesiare” y se refiere a quienes poseen una lesión permanente o irreversible. Como estudiamos en el capítulo de ayer, un personaje que destacaba fue “El lisiado de Lodebar”, cuyo nombre era Mefiboset que significa “el que esparce vergüenza”. 

Si lo llevamos al plano espiritual, alguien lisiado representaría a una persona que aún se encuentra incapacitada para entregar al Señor áreas del alma (mente, emociones y voluntad) que deben ser rendidas para poder recibir sanidad y liberación. 

Habiendo hecho esta distinción, ahora veremos algunas desventajas que traen consigo estos impedimentos:

1. Obstruye la cercanía. En el antiguo pacto las personas lisiadas o cojas que nacían bajo la línea sacerdotal no tenían permitido acercarse a Dios para ejercer su oficio (Leer Levítico 21:17-20). 

En nuestro contexto, ser lisiados espirituales constituye un estorbo muy grande si estás buscando tener comunión con Dios debido a que las ataduras que siguen siendo resistidas en tu vida te alejan de su presencia.

2. Áreas no liberadas. Para este pasaje los israelitas habían sido liberados de las manos de faraón y se encontraban frente al imponente mar rojo donde se sintieron acorralados. En vista de aquello optaron por lo más fácil: quejarse con Moisés por haberlos sacado de Egipto con la justificación de que cuando eran esclavos supuestamente estaban mejor (Leer Éxodo 14:10-12). 

La cojera espiritual también es un reflejo de la autoconfianza y estilos de vida que podemos llegar a tener con base en los criterios y sistemas de creencias del mundo al considerarlos muchas veces más aptos que la guía del Espíritu Santo y su libertad.

3. Retrasa propósitos. Aunque Mefiboset también era llamado “Meribaal”, que significa "resistir, contender y vencer a Baal" (Leer 1 Crónicas 8:34), fue totalmente incapaz de vencer a alguien a causa de su cojera siendo de esta manera un impedimento muy grande para cumplir su propósito. 

Esto demuestra que la cojera espiritual impide que el creyente pueda recibir las bendiciones y victorias que Dios tiene para su vida a causa de que todavía no ha empezado a accionar en su asignación dentro del cuerpo de Cristo por desconocimiento o ataduras.

4. Ofrendas no aceptadas. Dios se agrada cuando presentamos en su altar lo mejor de nuestras ofrendas; sin embargo, la cojera espiritual impide que puedas darle lo mejor de ti y que, lastimosamente, termines ofreciéndole lo defectuoso, lo que te sobra, y ten por seguro que terminarás siendo rechazado (Leer Malaquías 1:12-14). 

¿Lograste identificar qué estorbos hay en tu relación con Dios? 

Un abrazo fraterno,

Angie Sevillano