¿Quién Es Este?Sample
Hace 2 mil años, una multitud de gente se agolpó en torno a la persona de Jesús en busca de un milagro divino. No obstante, no todos experimentaron la obra sobrenatural del Espíritu Santo en sus vidas como la sanidad física, la expulsión de demonios, el perdón de pecados o la salvación del alma. La pregunta es: ¿Por qué? ¿Cómo se explica que algunos hayan recibido la sanidad de su dolencia, mientras que otros fueron reprendidos, y no recibieron nada?
En la mayoría de los casos, parece haber un vínculo significativo entre el reconocimiento que la gente le otorgaba a Jesús y la obra sobrenatural del Espíritu Santo. Es decir, había títulos que honraban a Jesús y otros que lo deshonraban. ¿Qué es la honra? Kabad significa “apreciar por lo importante que es”. El idioma griego, que es timé, se le añade la idea de algo muy pesado y valioso “como el oro”. Y en la cultura oriental, la manera en que se exterioriza esa honra es a través del título, es decir, cómo se le llama a una persona.
Al pedir por su hija endemoniada, la mujer cananea honró a Jesús reconociéndole como su “Señor” (Mateo 15:22, 25, 27) en 3 ocasiones, y los 2 ciegos de Jericó también recobraron la vista en medio de una honra inusual, pues a diferencia de los que pasaban por ahí que simplemente dijeron: “Jesús” (Mateo 20:30), estos 2 hombres invocaron su nombre diciendo: “Señor” (Mateo 20:30, 31, 33) 3 veces, e “Hijo de David” (Mateo 20:30, 31) en 2 oportunidades. Como era de esperar, la conclusión de estos 2 episodios es la sanidad.
Por el contraste, una porción bíblica en donde hay una clara evidencia de deshonra es en la sinagoga de Nazaret. Marcos asevera: “En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos” (Marcos 6:5), porque los nazarenos opinaban con incredulidad que Jesús era un simple carpintero (Marcos 6:3), el hijo del carpintero (Mateo 13:55), el hijo de José (Lucas 4:22). ¿Nota la diferencia?
Para Jesús, es muy importante cómo lo llamamos, la forma en que lo reconocemos y qué título que otorgamos cuando nos acercamos a su persona. No es lo mismo acercarse a Jesús, doblar de rodillas y estallar en adoración declarando: “Señor mío, Dios mío” (Juan 20:28), que darle la espalda al centro de todo, y preguntar a alguien que está al lado, diciendo: “¿Y quién es éste?” ¡Son dos cosas completamente distintas! Puede estar en juego su eternidad o como mínimo un acontecimiento sobrenatural. Por lo tanto, honre a Jesús así como muchos lo han hecho hace 2 mil años atrás, declare quién es él para su vida, y verá un inmediato mover del Espíritu Santo a su alrededor.
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About this Plan
La honra es fundamental porque determina la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. En este plan de 5 días, el Dr. Ariel Kim te llevará a recorrer los cuatro evangelios, y descubrir la conexión que hay entre los títulos de Jesús y la posterior obra del Espíritu Santo. Tu vida no será la misma luego de este plan, pues honrarás a Jesús como nunca lo habías imaginado.
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