Cuando Dios Hace Silencio Sample
Los cielos abriéndose a mi favor a través del silencio.
Los tiempos de silencio en nuestras vidas son periodos en los que la fe se vuelve más fuerte si permanecemos confiados, atentos a la respuesta de Dios. Experimentaremos que sus respuestas siempre son más bellas y grandes de lo que habíamos pensado.
Querer saberlo todo es una de las tendencias que tienen muchas personas, ese afán por conocer el por qué, las razones de la situación que se atraviesan en la vida les impide estar felices. Hay quienes siempre están pidiendo explicaciones a los demás de sus actos, y cuando no reciben respuestas se enojan; en esta tendencia incluyen a Dios. No se dan cuenta de que Dios es soberano y que él no nos dice del porqué de la mayoría de las cosas que suceden en nuestras vidas.
En un momento de sufrimiento, David se dedicó a hablar con rectitud acerca de cómo debería responder a la luz de la bondad de Dios: “Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. ¡Sí, espera al Señor!” (Salmos 27:14 )
El llamado a esperar en Dios es una invitación a confiar y tener esperanza. Implica creer que un día, incluso si hoy no es ese día, hará todas las cosas bien. En tiempos de espera, mientras buscamos a Dios en oración, debemos aprender a escucharlo a Él y también a hablar con Él, a no oír el ruido y esperar tranquilamente mientras nos revela su persona, sus propósitos, sus promesas y su plan.
Quizás hoy estás dudando de que Dios ha escuchado tu ruego, y aún no hay respuestas. Lo único que te puedo decir es que sigas confiando en que Dios está obrando aun cuando tú no lo ves y a pesar de que no escuchas su voz. Recuerda que Dios permanece fiel a sus promesas, y en su tiempo obrará de acuerdo con su plan. Para Dios no existe un retraso de tiempo. Él desea fortalecer tu fe, y que desarrolles paciencia. Aprender a “esperar en el Señor” no es fácil, implica muchas cosas que moldean nuestro ser. Pero recuerda que al final vendrá la respuesta de Dios. Quizás hoy estás viviendo tus “400 años de silencio”, al igual que Israel, y aunque todo parezca desvanecerse en tu vida, recuerda que hoy Dios sigue obrando a tu favor.
El silencio desemboca en la presencia del Señor y la respuesta vendrá siempre. En el libro de 1 de Reyes, en el capítulo 19, podemos leer que Elías estaba esperando la visita de Dios.: «El Señor le dijo: «Sal y ponte en pie en el monte ante el Señor. ¡Dios va a pasar!».
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas; pero Dio no estaba en el viento. Después vino un terremoto; pero Dios no estaba allí. Vino el fuego y Dios no estaba en él. Después del fuego se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió y se puso en pie a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz...».
Aquí se ve que Dios habita en la brisa suave Hay una traducción bíblica que dice textualmente: «silencio abismal». Y es que en ese silencio se hace presente Dios.
Nadie está excluido de la experiencia de Elías. Él tuvo, quizás, que calmarse para darse cuenta de que pasaba una brisa tenue. Los hombres que buscan lo eterno en su corazón reciben el contacto del leve roce de la brisa de Dios. La pregunta es en quien estamos poniendo nuestra confianza.
Solo puedo decirte que esperes los cielos están abriéndose a tu favor y cualquier silencio que tu creas que estas viviendo es el preparamiento para una gran bendición que ha de venir a tu vida.
Por: Estefania Perez @sin_excusas_estefania_p
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Alguna vez te ha sucedido que en esos momentos de intimidad con Dios resulta tan fácil sentirlo, que incluso, llega un punto en que sólo quieres disfrutar de Su Presencia y no decir nada más, Pero probablemente, ha habido ocasiones en las que pareciera que estuviera a mil años luz lejos de ti… Como esperar en el silencio de Dios. Devocional por Sara Arcila y Estefania Perez.
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