De Ti Depende: 3 Pasos para disfrutar el gozo del SeñorSample
De ti depende [una conciencia limpia]
En el primer devocional de esta serie mencionábamos que Pablo se hallaba preso en Roma, y contándole a los cristianos filipenses en los primeros párrafos de una carta que les enviara a ellos, él hacía hincapié en un tema: El Gozo.
Un gozo que superaba por mucho las circunstancias; su arresto, la persecución por su fe, su pronta y muy probable ejecución y muerte, etc. Un gozo profundo que le llegaba a su vida directamente de Dios, y se reflejaba en sus actitudes, en sus escritos, en su rostro; definitivamente en toda su vida.
Decíamos que Pablo mismo explica que la base de ese gozo profundo es la confianza en que Dios nos ama aún, incluso, sin darle ningún motivo para ello.
Y decíamos que tú también debes confiar ciegamente en ese gran amor de Dios, que no dudó en mostrarte a la hora de entregar a su propio hijo por ti, según leemos en Juan 3.16.
Pero la segunda base en la que se asienta este fabuloso gozo, y que también depende de ti, es la conciencia limpia.
No podrás estar gozoso si tu conciencia no está limpia.
Leemos precisamente en esa carta que Pablo le envía a los filipenses lo siguiente: “Pues cada persona de aquí —incluida toda la guardia del palacio— sabe que estoy encadenado por causa de Cristo” (Filipenses 1:13 – NTV).
En otra oportunidad leemos también: “Mirando fijamente al Concilio Supremo, Pablo comenzó: «Hermanos, ¡siempre he vivido ante Dios con la conciencia limpia!»” (Hechos 23:1 – NTV).
Todos los seres humanos tenemos dentro una pequeña señal de alarma, una luz de advertencia que nos indica si algo anda mal. Podríamos decir que Dios nos concedió el privilegio de mirarnos hacia adentro y evaluarnos en total y absoluta confidencialidad. Esa alarma se llama “conciencia” y puede convertirse en un insistente fiscal acusador de malas intenciones, pensamientos o actos contrarios a la ética aceptada. Y mientras esa señal de alarma esté activa se traduce en un remordimiento que ahuyenta el gozo.
El rey David confesó que mientras vivió con esa alarma activa y sin tomar medidas, su vida fue un desastre: “Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día (Salmos 32:3 – NTV).
Te preguntarás: ¿─y dónde está la solución?
Limpia tu conciencia, apaga esa luz acusadora confesando tu pecado y no cometiéndolo más: “Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia” (Proverbios 28:13 – NTV).
Por eso depende de ti tener una conciencia limpia y dejar firme este segundo paso hacia un gozo profundo y permanente en la vida. No dejes de darlo.
Andrés Palau
Scripture
About this Plan
Quiero compartir contigo tres pasos que nos enseña la Biblia para adquirir el Gozo que viene directamente de Dios. Un Gozo especial y único que no lo modifica las circunstancias por las cueles se está pasando. Este “Gozo” es una alegría profunda difícil de explicar que, incluso, es contagioso. Y al tenerlo podemos influir sobre las personas que nos rodean contagiándoles esperanza y motivos para seguir siempre luchado.
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