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El gozo de sabernos amados por Dios

Dios te ama. El comienzo de tu gozo en Cristo está en saberte amado por él; cuando crees esta verdad, tu perspectiva empieza a cambiar.

Tal vez sientas que no lo mereces, pero el amor de Dios es algo que no se puede comprender: Él simplemente te ama profundamente. Cuando aceptas a Jesús, Dios te llama mi justicia.

¿Qué es la justicia de Dios? Una de las maneras de entenderlo es así: si tú ves a Jesús, ves a Dios y ves la justicia de Dios. Jesús es la belleza, la justicia y la perfección de Dios; Jesús es el poder y el amor de Dios encarnado. Dios tomó tus pecados y los colocó sobre Jesús en la cruz y lo aplastó. ¡En la cruz se produjo un intercambio! Jesús recibió todo el castigo que tú deberías haber recibido por tus pecados. Ahora, cuando tú pones tu fe en Jesús, te conviertes en la justicia de Dios. Esto significa que cuando Dios te ve, dice: eres mi justicia, eres amado.

¿Cuántas veces has estado de acuerdo con lo que el enemigo dice de ti? Si tu pensamiento es: soy un mal padre, soy un perdedor, nada me sale bien, ¡es normal que estés desanimado!

Experimentar gozo está vinculado a tu identidad en Cristo. ¡Tienes que hablarte a ti mismo tu identidad en Cristo! Si tú no te recuerdas a ti mismo tu identidad en Cristo, el enemigo, el mundo, los amigos y la familia van a querer decirte quién eres.

En el pasaje que leímos, los amigos de David querían apedrearle. Todo parecía indicar que Dios lo había abandonado. En ese momento, David escoge decir: “…cada día el Señor derrama su amor inagotable sobre mí”. David se sabía amado por Dios.

Oración

Dios, me rindo a querer entender o ganar tu amor, y hoy decido creer que me amas. Rechazo la identidad que me había dado el enemigo y el mundo y que yo había aceptado. Te pido que me muestres cómo me ves tú, qué ves en mí cuando me ves, porque quiero que solo tú definas quien soy. Restaura en mí el gozo de tu salvación, gracias por llamarme hijo amado, y justicia de Dios en Cristo Jesús, amén.