El Ciclo de JacoboSample

Fase 2: LA SANTIFICACIÓN

Bienvenido/a a nuestra segunda reflexión acerca del ciclo de Jacobo.
Hoy meditaremos en la segunda etapa por la que pasó la espiritualidad de Jacobo, la cual fue el detonante para dar lugar a la tercera y última fase.

Después de su muerte, según el registro bíblico, Jesús resucitó y se presentó con sus discípulos. Allí tiene un encuentro íntimo con ellos. Pasa varios días con el grupo fortaleciendo su fe y dando evidencia del cumplimiento de su promesa.

Es en este contexto en el que Jesús se encuentra con Jacobo. Se activa la segunda fase del ciclo: Cristo va en busca de una transformación total en su hermano Jacobo.
Esto es emocionante, ya que el mismo Dios toma parte en el proceso de cambio del ser humano. De esto se trata toda la Biblia. Dios busca un encuentro con el ser humano. Golpea TODOS LOS DÍAS la puerta de nuestro corazón.

Me imagino como habrá estado el corazón de Jacobo. En ese momento estaba comprobando que su hermano no era ningún charlatán, sino que era "El Señor", como lo declararía mas tarde en su carta (Sant 1:1).

La fase de santificación no termina solo con un encuentro cristocéntrico. También contiene un encuentro con la persona procedente del Padre y del Hijo: el Paráclito, el Consolador . Un converso no solo acepta a Jesús, sino a su Espíritu. Esto lo comprobamos al leer que los discípulos y familiares de Jesús (incluido Jacobo) estaban en el Pentecostés, momento en el cual desciende el Espíritu Santo sobre la incipiente iglesia primitiva, en cumplimiento de la promesa de Jesús, quien dijo: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré” (Jn 16:7). Esto es algo trascendental.

Toda transformación es acompañada del Espíritu. Este es el medio divino el cual nos prepara y capacita para salvación y por lo tanto, para experimentar y ser aptos de la tercera fase del ciclo.

¿Cuál es? ¡Mañana la descubriremos!
Mientras tanto, hoy reflexiona en estos pensamientos y pídele a Dios que te transforme con su gratuidad, agradécele el don de su Espíritu Santo y pídele que acompañe un día más, ya que se trata de una transformación diaria y constante.

Consejo de Jacobo referente a la fase de hoy:
"Someterse a Dios y purificar nuestros corazones" (Sant. 4:7)

Dios te guarde.
Isaías y Lautaro Silva