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Cuando nos encontramos en circunstancias confusas o difíciles, a menudo nos preguntamos qué hacer después. Aquí, Jesús está dando la respuesta: Obedecer sus palabras. No nos dejó solos para resolver nuestras circunstancias difíciles o momentos confusos. Nos dejó con su Palabra para que nos guíe, nos anime y nos ayude a saber qué hacer. Así que, mientras te encuentres preguntándote qué hacer en momentos confusos o difíciles, vuelve a la Palabra de Jesús. Sumérgete en ella y busca ayuda. Habla con tu líder de grupo pequeño o con un adulto de confianza en tu vida acerca de cómo puedes comenzar a leer la Biblia y estudiar las enseñanzas de Jesús para que te ayude a comprender más sobre el panorama más amplio del plan de Dios para tu vida.