[Guía de reflexión sobre Romanos] Tu creatividad, un regalo al cuerpo de CristoSample

Crear en el Espíritu

Si tenemos vida en el Espíritu, también debemos vivir del Espíritu. Nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestro cuidado del jardín, nuestra preparación del café, nuestro pan y nuestro descanso.

Como creativos, estamos invitados a hacer nuestra creación en el Espíritu. Podemos escribir, pintar, cantar, hacer manualidades y soñar con nuestra vida en el Espíritu. Nuestro trabajo creativo es una función del Espíritu de Dios que actúa en nuestras vidas, incluso si no estamos conscientes. Esto no significa que estamos obligados a insertar el nombre de Jesús en todo lo que hacemos, pero sí que nuestra inspiración creativa tiene una génesis común en la actividad del Espíritu.

Esta es la fuerza animadora de Dios que convierte las cosas de la muerte en cosas de la vida.

Los artistas se unen a Dios en el trabajo de dar contexto a la creación. Estamos llamados a dar forma a la creación y en esa configuración, contar una historia sobre la humanidad. Contamos historias sobre nuestra vida aparte de Dios y nuestro continuo regreso a Él. Sacudimos a nuestras comunidades del letargo.

Damos voz a la belleza que nos rodea. Contamos historias sobre nuestra vida cotidiana juntos. Estamos animados por el poder del Espíritu y estamos invitados a ser parte de la obra de Dios que moldea el mundo en la Tierra.

Para construir el Tabernáculo en el desierto, el Señor escogió a un hombre llamado Bezalel y lo llenó con su Espíritu. Con habilidad y con comprensión; con conocimiento en todo tipo de trabajos, para realizar diseños artísticos, para trabajar en oro, en plata y en bronce; y en cortar piedras para su entorno y en tallar madera; para trabajar en cada obra artística. Ese es un ejemplo del Espíritu como la fuente de la creatividad del artista y la forma en que debe usarse, para proporcionar un lugar donde la Gloria de Dios pueda manifestarse.

¿Cómo te invita Jesús a hacer tu trabajo creativo en el Espíritu? Tómate un tiempo para reflexionar sobre cómo Jesús te está animando a volver a imaginar tu trabajo.