[Ahora es el momento: Lucas] Ser o no ser, esa es la cuestiónSample

Ser o no ser, es tu decisión

A lo largo de este plan devocional, encontramos seis cosas necesarias que deben estar presentes en un hijo de Dios. Porque tu vida muestra si eres o no eres. Ser o no ser es tu decisión y se manifiesta en tu vida cotidiana. Por eso recuerda:

1. Eres sal en la tierra y cuando la sal pierde su sabor, ya no sirve. ¿Estás cumpliendo la labor de la sal en la tierra? Cuando te ven, ¿saben que tienes algo diferente por la vida que llevas? O te amoldaste a los demás, al sistema de este mundo y ya perdiste el sabor.
2. ¿Eres un verdadero hijo de Dios, o te amoldaste a ritos y religión, donde solo se ve el cumplimiento de rituales legalistas en lugar de la manifestación de Cristo en tu vida? Es tu decisión ser un hijo de Dios que manifieste el fruto del Espíritu.
3. ¿Eres buen administrador en lo poco? O tan solo sigues pensando que tener, comprar y gastar te da identidad. Tu identidad te la da Cristo, quien pagó alto precio por ti. Lo que tienes o no tienes, no te hace ni más ni menos hijo de Dios. Pero sí, como hijo de Dios, necesitas administrar los recursos que el Padre pone en tus manos. Comenzando por lo poco, para que más adelante administres mucho.
4. ¿Entiendes el perdón a la manera de Dios? No es para tu beneficio, es por tu naturaleza como hijo de Dios. Ser perdonador es la manifestación de Cristo en ti.
5. ¿Te mantienes en contacto continuo con el Padre? Cuando se trata de ser, la comunicación es permanente como sal, como hijo, como perdonador, como administrador. No hay excusa. 
6. Por último, ¿sabes alabar al Padre? ¿Te emocionas cuando hablas con él, cuando lees su Palabra, cuando encuentras cosas que él está haciendo en ti? ¿Eres agradecido por tanta generosidad de Dios a tu favor?

Reflexiona

Ser o no ser, es tu decisión. ¿Decides ser hijo de Dios que manifiesta a Cristo en todo lo que haces?

Responde

¿Disfrutas ser hijo de Dios? Es tu decisión quitar todo aquello que estorbe en tu vida la manifestación de tu verdadera identidad de hijo. Decide ser.

Ora

Padre, gracias por tu amor abundante y generosidad hacia mi vida. Me diste identidad como tu hijo, me diste valor al pagar un precio alto por mí, me has hecho receptor de tu amor. Te alabo porque me das la oportunidad de ser sal en este mundo, me das la oportunidad de ser perdonador, de manifestar a Cristo en mi cotidianidad y ser administrador de tus bienes aquí en la tierra. Te amo Padre celestial.