«La clave es que nos aceptemos unos a otros tal y como somos»

Porque Cristo vino para servir tanto a judíos como a personas que no son judías. En el caso de los judíos, porque Dios cumple las promesas y en el caso de los no judíos porque desde un principio el plan de Dios era que la salvación es para todos, judíos, no judíos, hombres o mujeres, ricos o pobres.

La salvación que Dios ofrece no es exclusividad de unos pocos. Pablo cierra su colección de consejos para los cristianos de esta generación con esta frase: «Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza.»