Matrimonio con visiónSample
Escuchar la voz de Dios
Uno de los principales desafíos para el hombre es aprender a escuchar la voz de Dios para traer una visión correcta al matrimonio. En la Biblia encontramos muchos ejemplos de hombres que escucharon a Dios para encontrar dirección. Uno de ellos fue Abraham. Él obedeció al Señor cuando le dio la instrucción de dejar su tierra y su parentela. Innumerables dudas pudieron haber surgido en su mente, sin embargo, entendía que su familia siempre estará mejor cuando se atiende a la voluntad de Dios. El apoyo de la mujer es fundamental, la esposa se convierte en esa ayuda idónea y consejo que trae seguridad al hombre cuando le acompaña en tomar esos pasos de fe.
A través de la Biblia, podemos encontrar las palabras de Dios que traigan una visión correcta para nuestra familia. Dios mismo instituyó el matrimonio y cuando amamos y valoramos su Palabra, estamos cerca de cumplir con su diseño original. Un matrimonio con visión tiene la dicha de reflejar a este mundo necesitado, el amor incondicional de Jesús. ¡Que maravilloso! Tu matrimonio puede ser una luz en medio de tinieblas.
Aun así, frecuentemente el matrimonio es dañado a través de errores, actitudes y falta de sabiduría que surgen por no atender a la voz de Dios. En estos tiempos, cuando algo se descompone, es fácil ir a la tienda y reemplazarlo por algo nuevo. Tristemente, esta mentalidad se mantiene cuando se piensa en el matrimonio. No podemos abandonar a nuestra pareja cuando algo se ha dañado en nuestro matrimonio. Dios nos llama a tener una visión de restauración. El hombre debe levantarse con responsabilidad y tomar decisiones correctivas por el bien de su matrimonio.
Este daño puede surgir cuando se tiene una actitud ausente, es decir, dedica más tiempo a cosas menos importantes que la misma familia. Muchos hombres están presentes físicamente pero han dejado a un lado su papel de proveer estabilidad espiritual para su familia. Escuchar la voz de Dios, es abrazar con diligencia el rol que el Señor nos ha dado a cada uno en la edificación de nuestro matrimonio.
La buena noticia es que en Dios siempre hay esperanza. Así como Dios levantó a Nehemías para restaurar las ruinas de Jerusalén, Dios puede levantarte para restaurar tu matrimonio. Cuando el hombre y la mujer tienen una actitud de perdón y son intencionales en tomar decisiones acordes a su Palabra, se convierten en restauradores, destinados a pronto disfrutar y contemplar la belleza del matrimonio.
Descubre la Cápsula de Vida que inspiró la reflexión de este día, en IGTV:
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El matrimonio es un regalo maravilloso cuando tenemos una visión correcta a través de la Palabra de Dios. ¡Acompáñanos a recordar principios eternos que nos permitan disfrutar y mantenernos firmes en todo tiempo!
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