[Serie Esperanza y fuerza] Dios quiere que elijas la vidaSample

Jesús entiende tu miseria

Jesús, el fiel Hijo de Dios, también sufrió amargamente por la traición. Judas Iscariote, su amigo y discípulo, lo traicionó con un beso. Después de que Jesús fue arrestado, fue burlado, escupido, torturado y clavado en una cruz.

a. Fue traicionado

Judas Iscariote, el discípulo de Jesús, quien escuchaba día y noche sus enseñanzas, fue testigo de los milagros y la autoridad que tenía Jesús en la tierra. Sin embargo, sus ideales personales lo llevaron a traicionar al mismo Hijo de Dios. Es frecuente ver esas actitudes en personas que ponen en primer lugar sus deseos, sueños y anhelos en lugar de lo correcto. La envidia frecuentemente es el móvil de decisiones como las de Judas, actitudes que llevan a perjudicar a otros, aunque sean personas íntegras. La satisfacción momentánea de dichas acciones aparentemente logra conseguir lo que anhelaban. 

b. Fue burlado

La burla fue parte de lo que vivió Jesús durante su supuesto juicio. Los gobernantes hicieron lo posible por desacreditarlo y lo lograron. Los militares que tenían que resguardarlo se hicieron partícipes de ese proceso de desprecio y burla. Jesús pasó todo esto, él te entiende, puedes confiar en él.

Haz una pausa y pregúntate…

¿Me siento entumecida? ¿Estoy negando mis sentimientos? ¿Tengo miedo de enfrentar mis sentimientos? ¿Siento que mi confianza está rota? ¿Me siento traicionada? ¿Puedo sentir la presencia de Dios en medio de mis sentimientos?

Después de sufrir abuso, puedes sentir como si tu fe en las personas y en Dios hubiera sido dañada. Dios puede restablecer un saludable sentido de confianza: una confianza en que a pesar de que algunas personas te decepcionen, no todos lo harán y, en última instancia, Dios siempre es confiable.

Por favor, mantenme a salvo, Señor

Entonces es tiempo de confiar en el Señor, quien es el único que puede dar la salida y fuerza para seguir adelante cuando parece que todo se derrumba. Una vida de oración fortalece. El conocimiento de su Palabra edifica tu vida al punto de actuar de tal manera que glorificas a Dios con tus palabras y acciones. Todos pueden ver a Cristo en ti, manifestando lo que a los demás les falta. Porque sabes que Dios está contigo, aunque no lo sientes, la Biblia lo dice y sobre esa verdad te sostienes. Aún en medio de las dificultades, sabes que tu esperanza no está en tus fuerzas y en lo que tú puedes hacer, sino en lo que Cristo ya hizo a tu favor. Te dio la victoria, puesto que, ante las dificultades temporales, te dio eternidad.