Dios de PactosSample

Una historia de fidelidad

La audiencia de este salmo es clara: «los descendientes de Abraham, sus elegidos, los hijos de Jacob» (v. 6). El pueblo de Dios debía escuchar y prestar atención a estas palabras.

El pueblo de Israel parecía haber sufrido de amnesia espiritual. Así que, comenzando con Abraham, el salmista relató la fidelidad de Dios a lo largo de 40 versículos. El Dios de Israel no permitió que nadie los oprimiera (vv. 14-15). La palabra del Señor se cumplió cuando José fue elevado como líder (vv. 17-22). El Señor hizo fructífero a su pueblo, más numeroso que sus enemigos (v. 24). Cuando fueron esclavizados, Dios envió a Moisés (v. 26).

Aun cuando el salmo menciona varios nombres, Dios resulta ser el personaje principal. Fue Dios quien poderosamente los liberó del Faraón (vv. 27-38). Aunque este salmo solo incluye aspectos destacados de la historia de Israel, el punto es claro: nada de lo que Dios se propuso ha fallado.

El salmista comenzó con Abraham. Sin embargo, Jesús lo afirma claramente en el Evangelio de Juan: «Antes de que naciera Abraham, yo soy» (Juan 8.58). El epicentro de la fidelidad de Dios no solo precedió al padre de Israel, todas las promesas de Dios finalmente encuentran su «Sí» en él (2 Corintios 1.20). Dios recuerda su pacto; el pueblo de Dios recuerda sus maravillas (Salmos 105.5-11).

Jesús, no quiero sufrir de amnesia espiritual. Ayúdame a recordar siempre todo lo que has hecho por mí y todo lo que has prometido hacer. Amén.