La gran pasión de Dios por la unidadSample

Todo lo que hace Dios se origina en la unidad 

Cuando Dios comenzó a narrar la historia, comenzó revelándose a sí mismo como una comunidad creativa e imaginativa. Desde el comienzo del Génesis, en la historia de la creación Dios describe su debut como familia divina, dedicada al trabajo. Una familia que se vuelve sólida en su unidad. 

Génesis 1 nos dice que “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
La tierra era un caos total…”(Génesis 1:1-3)

A la luz del contexto total de la Biblia, observamos los roles de las tres personas que protagonizan la acción de este pasaje. Dios el Padre como creador, el Espíritu de Dios moviéndose sobre las aguas, y finalmente, Dios habló. Emitió la Palabra. Creó todo el universo por medio de ella. Jesús mismo es la Palabra, actuando en la creación (Colosenses 1:15-16). Las tres personas están allí danzando, trabajando, moviéndose y creando, en perfecta comunidad.

En este grandioso proyecto de la creación, las tres diferentes “personalidades” de la Divinidad eran una en esencia y propósito. Y mientras la arcilla tomaba forma, se veía claramente que era moldeada por múltiples manos: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza.” (Génesis 1: 26, énfasis agregado). En su sabiduría y poder sin límites, Dios se reveló a sí mismo como la culminación de la unidad dentro de la diversidad: la Trinidad.

 Avancemos en el tiempo hasta otro momento clave de las Escrituras, donde vemos a esta familia divina, otra vez en pleno trabajo. En Mateo 3 leemos la historia del bautismo de Jesús. De la misma manera que en la creación, Dios Padre, está presente, hablando desde el cielo. El Espíritu Santo desciende como paloma, nuevamente sobrevolando las aguas, y por supuesto, Jesús también estaba allí, la encarnación de la Palabra de Dios. Sin embargo, la escena parece muy diferente ahora. Otra vez hay caos, pero se trata de un tipo diferente de caos, el cual necesita organizarse y redimirse. En las escenas del principio esta comunidad cósmica dio orden a la creación, pero en esta escena se ve que se está reordenando la creación. El bautismo de Jesús era el anuncio de Dios que el Mesías había llegado, marcando el lanzamiento del ministerio de Cristo. Esto no era sólo una anticipación de la muerte y resurrección que Cristo pronto iba a experimentar, sino también un profundo eco de la historia del Génesis. Lo viejo estaba pasando y la nueva creación estaba surgiendo.

La obra inicial de la creación originó en la unidad de Dios y el relanzamiento de la nueva creación también comenzó en unidad. Todo lo que hace Dios se origina en la unidad.

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