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PROTAGONISTA DE TU MILAGRO Por Alejandra Carnival Sample

PROTAGONISTA DE TU MILAGRO  Por Alejandra Carnival

DAY 2 OF 5

PROTAGONISTA DE TU MILAGRO

Cierta vez, cuando era muy pequeña, mi mamá me llevó a un campo abierto; no recuerdo la edad, pero sí la escena. A lo lejos había una plataforma con luces, después entendí que era una reunión cristiana donde se oraba y cantaba. Estaba muy aburrida y me hice amiga de un nene que era sordomudo, y jugamos mientras duraba la reunión. De repente se empezó a formar un tumulto de gente, mi mamá me tomó de la mano y me dijo: «Te quedas acá», y permanecí al lado de ella. No entendía lo que estaba ocurriendo hasta que supe que era el momento de la oración por los necesitados, y los milagros empezaban a suceder. Una vez que terminó el torbellino, busqué a mi amigo y no lo encontré, pero entonces vi a lo lejos, en la plataforma iluminada con luces, que la gente empezaba a contar cada milagro que había sucedido. De repente vi a mi amigo subir a la plataforma. Al verlo, le dije a mi mamá «Ese es mi amigo». El nene que era sordomudo había empezado a hablar. Nunca más me olvidé de eso, aunque era muy niña cuando sucedió 

Aunque el tiempo pasó, al mirar hacia atrás, puedo recordar aquel milagro: había sido testigo de lo que había ocurrido. Lo imposible se había hecho posible, mi amigo habló. 

Pero ahora, era yo quien necesitaba un milagro. Yo necesitaba experimentarlo, pero ¿sería posible un milagro para mí? ¿Recibiría mi milagro tan real como lo fue para mi amigo?

Mantente expectante, Dios va a intervenir. Yo sé que Dios está trabajando en mi milagro, porque Él es especialista en ellos. Tú y yo podemos experimentar uno, solo necesitamos tener  fe. Querido lector, hoy te digo: «Puedes ser protagonista de tu milagro. ¡No te des por vencido! Activa tu fe».

Lic. Alejandra Carnival

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Twitter: @catedralmujeres

Day 1Day 3

About this Plan

PROTAGONISTA DE TU MILAGRO  Por Alejandra Carnival

A veces es más sencillo creer que los demás pueden salir adelante, somos optimistas y tenemos mucha fe para otros; pero cuando eres tú quien necesita un milagro parecen no alcanzar las fuerzas. En nuestro interior se produce una combinación debilitante entre la realidad que vivimos y la fuerza de la impotencia que nos invade, y como si fuera poco, la falta de recursos nos convence sobre la imposibilidad de hallar una solución. Sin embargo, Dios es especialista en milagros y TODOS podemos experimentar uno. En este plan de cinco días descubriremos cómo podemos ser los protagonistas de nuestro propio milagro. ¡Bienvenido a la aventura! 

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