Encontrando un ancla en nuestra ansiedadSample
¿Qué es ansiedad?
Esta es la definición clínica:
Ansiedad es el estado psicológico y fisiológico de excitación causada por la interpretación del cerebro de un estímulo como una amenaza.
¡Es un trabalenguas! Esta definición proviene de un diccionario médico. Se dice que la ansiedad es psicológica, eso habla de nuestra mente. Es fisiológica, por lo que nuestro cuerpo empieza a sentirse comprimido y tenemos que ir al quiropráctico o al fisioterapeuta. Cuando la mente piensa que algo es una amenaza, pueden identificarse varios niveles: si es una amenaza de bajo nivel, es ansiedad; si se trata de una amenaza de nivel medio, es miedo; una amenaza de alto nivel, o que por lo menos parece serlo, es pánico.
Recuerdo que en la universidad estudié para un examen final. Recuerdo también que estaba sentado en clase cuando mi amigo entró y dijo, «¡¿Por qué tanto alboroto? ¿Por qué tanto alboroto?!» Reaccioné yo, «¡Hoy es el examen final!» A lo que él respondió, «¿hoy es la prueba?» Asentí. Literalmente agarró su escritorio y dijo: «Esto no puede estar sucediendo, no puede estar sucediendo, no puede estar sucediendo». De una manera muy cristiana le dije, «Oh, sí está sucediendo». Pasaron los exámenes y tomamos esa prueba. Era el semestre de primavera, se suponía que mi compañero estaba por graduarse y casarse ese mismo verano. Ahora estaba a punto de fallar este examen y tener que tomar la clase de nuevo. El entró en pánico.
La ansiedad no es solo psicológica y fisiológica, también es espiritual. La ansiedad tiene sus raíces en incredulidad e incógnitas. La ansiedad es básicamente un lugar de incredulidad. Creemos que Dios no podrá llevarnos a través de alguna situación. Así que tenemos que ser capaces de decirle al Señor, «estoy ansioso sobre esto, pero quiero dártelo espiritualmente». Si se encamina espiritualmente, entonces cuando somos capaces de pensar las cosas con una mente renovada en Cristo, nuestros cuerpos pueden seguir la pauta. Pero tenemos que ser guiados por el Espíritu para poder decir: «Señor, voy a creerte. Incluso las flores del campo no se preocupan acerca de cómo se visten, yo no voy a preocuparme de cómo estoy vestido. Aun los pájaros no se preocupan acerca de cómo son alimentados, entonces yo no debo de preocuparme de cómo seré alimentado. Pablo estaba en una celda de la cárcel solo, pero él dijo: “El Señor estaba conmigo,” así que yo no tengo que preocuparme socialmente, porque Tú estás conmigo, no importa lo que venga».
About this Plan
¿Estás entregando tus ansiedades a Jesús, o tratas de suprimirlas? ¿Dónde está el lugar de incredulidad en tu vida? ¿Dónde está la esperanza en tu vida? ¿Tomas lo negativo de las noticias de manera intravenosa? En este plan, vamos a explorar las anclas que están disponibles para nosotros cuando tenemos que pasar por la ansiedad.
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