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Dios escribe el libro de tu vida

Durante Su ministerio en la Tierra, Jesús hizo muchas cosas extraordinarias. Siempre nos vienen a la mente los muchos milagros que Él hizo, pero me encanta pensar en todas esas miradas llenas de amor y compasión que Él ofreció a aquellos que venían a Él.

Juan, uno de los discípulos del Señor y autor del evangelio que lleva su nombre, acaba sus escritos diciendo esto: “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén” (Juan 21:25).

¡Es verdad! Jesús hizo una cantidad enorme de cosas mientras estaba en la Tierra… ¡y sigue haciéndolas hoy en día! Podríamos escribir millones de libros contando las acciones de Jesús en la vida de cada persona. Pero hay un libro especial que habla de Él, y ese eres tú: el libro que Jesús mismo escribe en tu vida.

Imagínate:

• En la portada del libro de tu vida está escrito el Nombre de Jesús en letras doradas, ya que Él es el autor del libro. Tu foto está en la portada.
• Jesús toma Su pluma y empieza a redactar la historia de tu vida. ¡Escribe tan bien!
• Las páginas son los lugares secretos de tu corazón; la tinta que usa es Su amor.

Con pasión, derrama Su amor sobre las páginas de tu corazón. Tu vida es para Él un libro abierto, una carta, un testimonio que el tiempo no podrá borrar nunca. Y así, de esta manera, el autor invisible de tu vida se vuelve visible en este mundo por medio de Su acción en ti.

No existe más grande autor ni un mejor escritor para plasmar la obra de tu vida. ¡Su deseo es escribir sobre las tablas de tu corazón! El personaje principal de la Historia se ha convertido en el autor de tu historia. Y con tu vida ha escrito Su historia, la historia de todas las vidas transformadas, sanadas, liberadas por Él.

Esto es lo que Jesús desea escribir hoy sobre tu corazón: “Te amo con amor eterno. Te conocía antes de que vinieses a este mundo. Quise que existieras, y considero tu vida como mi obra maestra, como un maravilloso poema”.

Querido(a) amigo(a), ¿quieres dar gracias al Señor conmigo ahora? “Señor, te doy gracias por Tus obras maravillosas en mí, no quiero olvidar ninguno de tus favores. Renuncio a escribir yo mismo las páginas del libro de mi vida, y te doy todos los “derechos de autor”. Te estoy infinitamente agradecido(a) por ser el autor de mi existencia. Quiero agarrarme firmemente a Tu Palabra, y llenar mi corazón de Ti. En el poderoso Nombre de Jesús. Amén”.

Gracias por existir,
Éric Célérier