La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional TM, NVI TM (Castilian), CG Audio Edition

La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional TM, NVI TM (Castilian), CG Audio Edition Audio Copyright ℗ 2021 by Biblica, Inc. Used with permission. All rights reserved worldwide. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional TM, NVI TM (Castilian) Copyright © 1981, 1999, 2017 by Biblica, Inc. Used with permission. All rights reserved worldwide. “Biblica”, “International Bible Society” and the Biblica Logo are trademarks registered in the United States Patent and Trademark Office by Biblica, Inc. Used with permission.

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 <div class="book bkGEN">
 <div class="chapter ch26" data-usfm="GEN.26">
 <div class="label">26</div><div class="s1">Isaac y Abim&#233;lec</div><div class="p"> 1En ese tiempo hubo mucha hambre en aquella regi&#243;n, adem&#225;s de la que hubo en tiempos de Abraham. Por eso Isaac se fue a Guerar, donde se encontraba Abim&#233;lec, rey de los filisteos. 2All&#237; el Se&#241;or se le apareci&#243; y le dijo: &#171;No vayas a Egipto. Qu&#233;date en la regi&#243;n de la que te he hablado. 3Vive en ese lugar por un tiempo. Yo estar&#233; contigo y te bendecir&#233;, porque a ti y a tu descendencia os dar&#233; todas esas tierras. As&#237; confirmar&#233; el juramento que le hice a tu padre Abraham. 4Multiplicar&#233; tu descendencia como las estrellas del cielo, y le dar&#233; todas esas tierras. Por medio de tu descendencia, todas las naciones de la tierra ser&#225;n bendecidas, 5porque Abraham me obedeci&#243; y cumpli&#243; mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis ense&#241;anzas&#187;.</div><div class="p"> 6Isaac se qued&#243; en Guerar. 7Y, cuando la gente del lugar le preguntaba a Isaac acerca de su esposa, &#233;l respond&#237;a que ella era su hermana. Tan bella era Rebeca que Isaac ten&#237;a miedo de decir que era su esposa, pues pensaba que por causa de ella podr&#237;an matarlo.</div><div class="p"> 8Alg&#250;n tiempo despu&#233;s, mientras Abim&#233;lec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca. 9Entonces mand&#243; llamar a Isaac y le dijo:</div><div class="p">&#8213;&#161;Conque ella es tu esposa! &#191;Por qu&#233; dijiste que era tu hermana?</div><div class="p">&#8213;Yo pens&#233; que por causa de ella podr&#237;an matarme &#8212;contest&#243; Isaac.</div><div class="p"> 10&#8213;&#191;Por qu&#233; nos hiciste esto? &#8212;replic&#243; Abim&#233;lec&#8212;. Alguno de nosotros podr&#237;a haberse acostado con tu esposa, &#161;y t&#250; nos habr&#237;as hecho a todos culpables de ese pecado!</div><div class="p"> 11Por eso Abim&#233;lec envi&#243; esta orden a todo el pueblo:</div><div class="p">&#8213;Si alguien molesta a este hombre o a su esposa, ser&#225; condenado a muerte.</div><div class="p"> 12Isaac sembr&#243; en aquella regi&#243;n, y ese a&#241;o cosech&#243; al ciento por uno, porque el Se&#241;or lo hab&#237;a bendecido. 13As&#237; Isaac fue acumulando riquezas, hasta que lleg&#243; a ser muy rico. 14Esto caus&#243; que los filisteos comenzaran a tenerle envidia, pues lleg&#243; a tener muchas ovejas, vacas y siervos. 15Ahora bien, los filisteos hab&#237;an cegado todos los pozos de agua que los siervos del padre de Isaac hab&#237;an cavado. 16As&#237; que Abim&#233;lec le dijo a Isaac:</div><div class="p">&#8213;Al&#233;jate de nosotros, pues ya eres m&#225;s poderoso que nosotros.</div><div class="p"> 17Isaac se fue de all&#237; y acamp&#243; en el valle de Guerar, donde se qued&#243; a vivir. 18Abri&#243; nuevamente los pozos de agua que hab&#237;an sido cavados en tiempos de su padre Abraham, y que los filisteos hab&#237;an tapado despu&#233;s de su muerte, y les puso los mismos nombres que su padre les hab&#237;a dado.</div><div class="p"> 19Cierta vez, cuando los siervos de Isaac estaban cavando en el valle, encontraron un manantial. 20Pero los pastores de Guerar discutieron acaloradamente con los pastores de Isaac, alegando que el agua era de ellos. Por eso Isaac llam&#243; a ese pozo Pleito,#26:20 Pleito. Hebreo Esek. porque hab&#237;an peleado con &#233;l. 21Despu&#233;s sus siervos cavaron otro pozo, por el cual tambi&#233;n se pelearon. Por eso Isaac lo llam&#243; Enemistad.#26:21 Enemistad. Hebreo Sitna. 22Entonces Isaac se fue de all&#237; y cav&#243; otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna disputa. A este pozo lo llam&#243; Espacios libres,#26:22 Espacios libres. Hebreo Rejobot. y dijo: &#171;El Se&#241;or nos ha dado espacio para que prosperemos en esta regi&#243;n&#187;.</div><div class="p"> 23De all&#237; Isaac se dirigi&#243; a Berseba. 24Esa noche se le apareci&#243; el Se&#241;or, y le dijo:</div><div class="q1">&#171;Yo soy el Dios de tu padre Abraham.</div><div class="q1">No temas, porque yo estoy contigo.</div><div class="q1">Por amor a mi siervo Abraham,</div><div class="q1">te bendecir&#233; y multiplicar&#233; tu descendencia&#187;.</div><div class="p"> 25All&#237; Isaac construy&#243; un altar e invoc&#243; el nombre del Se&#241;or. Acamp&#243; en ese lugar, y sus siervos cavaron un pozo. 26Cierto d&#237;a, Abim&#233;lec fue a ver a Isaac desde Guerar. Lleg&#243; acompa&#241;ado de su consejero Ajuzat, y de Ficol, el jefe de su ej&#233;rcito. 27Isaac les pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8213;Si tanto me odi&#225;is que hasta me echasteis de vuestra tierra, &#191;para qu&#233; ven&#237;s a verme?</div><div class="p"> 28&#8213;Nos hemos dado cuenta de que el Se&#241;or est&#225; contigo &#8212;respondieron&#8212;. Hemos pensado que t&#250; y nosotros debi&#233;ramos hacer un pacto, respaldado por un juramento. Ese pacto ser&#225; el siguiente: 29T&#250; no nos har&#225;s ning&#250;n da&#241;o, ya que nosotros no te hemos perjudicado, sino que te hemos tratado bien y te hemos dejado ir en paz. &#161;Ahora el bendecido del Se&#241;or eres t&#250;!</div><div class="p"> 30Isaac les prepar&#243; un banquete, y comieron y bebieron. 31A la ma&#241;ana siguiente se levantaron muy temprano, e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidi&#243;, y ellos se fueron en calidad de amigos.</div><div class="p"> 32Aquel mismo d&#237;a, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que hab&#237;an cavado, y le dijeron:</div><div class="p">&#8213;&#161;Hemos encontrado agua!</div><div class="p"> 33Isaac llam&#243; a ese pozo Juramento.#26:33 Juramento. Alt. Siete. Por eso la ciudad se llama Berseba#26:33 En hebreo, Berseba puede significar Pozo del Juramento o Pozo de los Siete. hasta el d&#237;a de hoy.</div><div class="s1">Isaac bendice a Jacob</div><div class="p"> 34Esa&#250; ten&#237;a cuarenta a&#241;os de edad cuando se cas&#243; con Judit hija de Beer&#237;, el hitita. Tambi&#233;n se cas&#243; con Basemat, hija de un hitita llamado El&#243;n. 35Estas dos mujeres les causaron mucha amargura a Isaac y a Rebeca.</div>
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En ese tiempo hubo mucha hambre en aquella región, además de la que hubo en tiempos de Abraham. Por eso Isaac se fue a Guerar, donde se encontraba Abimélec, rey de los filisteos. Allí el SEÑOR se le apareció y le dijo: «No vayas a Egipto. Quédate en la región de la que te he hablado. Vive en ese lugar por un tiempo. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia os daré todas esas tierras. Así confirmaré el juramento que le hice a tu padre Abraham. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y le daré todas esas tierras. Por medio de tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque Abraham me obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis enseñanzas».
Isaac se quedó en Guerar. Y, cuando la gente del lugar le preguntaba a Isaac acerca de su esposa, él respondía que ella era su hermana. Tan bella era Rebeca que Isaac tenía miedo de decir que era su esposa, pues pensaba que por causa de ella podrían matarlo.
Algún tiempo después, mientras Abimélec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca. Entonces mandó llamar a Isaac y le dijo:
―¡Conque ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste que era tu hermana?
―Yo pensé que por causa de ella podrían matarme —contestó Isaac.
―¿Por qué nos hiciste esto? —replicó Abimélec—. Alguno de nosotros podría haberse acostado con tu esposa, ¡y tú nos habrías hecho a todos culpables de ese pecado!
Por eso Abimélec envió esta orden a todo el pueblo:
―Si alguien molesta a este hombre o a su esposa, será condenado a muerte.
Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó al ciento por uno, porque el SEÑOR lo había bendecido. Así Isaac fue acumulando riquezas, hasta que llegó a ser muy rico. Esto causó que los filisteos comenzaran a tenerle envidia, pues llegó a tener muchas ovejas, vacas y siervos. Ahora bien, los filisteos habían cegado todos los pozos de agua que los siervos del padre de Isaac habían cavado. Así que Abimélec le dijo a Isaac:
―Aléjate de nosotros, pues ya eres más poderoso que nosotros.
Isaac se fue de allí y acampó en el valle de Guerar, donde se quedó a vivir. Abrió nuevamente los pozos de agua que habían sido cavados en tiempos de su padre Abraham, y que los filisteos habían tapado después de su muerte, y les puso los mismos nombres que su padre les había dado.
Cierta vez, cuando los siervos de Isaac estaban cavando en el valle, encontraron un manantial. Pero los pastores de Guerar discutieron acaloradamente con los pastores de Isaac, alegando que el agua era de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozo Pleito, porque habían peleado con él. Después sus siervos cavaron otro pozo, por el cual también se pelearon. Por eso Isaac lo llamó Enemistad. Entonces Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna disputa. A este pozo lo llamó Espacios libres, y dijo: «El SEÑOR nos ha dado espacio para que prosperemos en esta región».
De allí Isaac se dirigió a Berseba. Esa noche se le apareció el SEÑOR, y le dijo:
«Yo soy el Dios de tu padre Abraham.
No temas, porque yo estoy contigo.
Por amor a mi siervo Abraham,
te bendeciré y multiplicaré tu descendencia».
Allí Isaac construyó un altar e invocó el nombre del SEÑOR. Acampó en ese lugar, y sus siervos cavaron un pozo. Cierto día, Abimélec fue a ver a Isaac desde Guerar. Llegó acompañado de su consejero Ajuzat, y de Ficol, el jefe de su ejército. Isaac les preguntó:
―Si tanto me odiáis que hasta me echasteis de vuestra tierra, ¿para qué venís a verme?
―Nos hemos dado cuenta de que el SEÑOR está contigo —respondieron—. Hemos pensado que tú y nosotros debiéramos hacer un pacto, respaldado por un juramento. Ese pacto será el siguiente: Tú no nos harás ningún daño, ya que nosotros no te hemos perjudicado, sino que te hemos tratado bien y te hemos dejado ir en paz. ¡Ahora el bendecido del SEÑOR eres tú!
Isaac les preparó un banquete, y comieron y bebieron. A la mañana siguiente se levantaron muy temprano, e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidió, y ellos se fueron en calidad de amigos.
Aquel mismo día, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que habían cavado, y le dijeron:
―¡Hemos encontrado agua!
Isaac llamó a ese pozo Juramento. Por eso la ciudad se llama Berseba hasta el día de hoy.

Esaú tenía cuarenta años de edad cuando se casó con Judit hija de Beerí, el hitita. También se casó con Basemat, hija de un hitita llamado Elón. Estas dos mujeres les causaron mucha amargura a Isaac y a Rebeca.

နားေထာင္ပါ။ Génesis 26