Entonces el diablo le llevó a Jerusalén, le puso sobre el pináculo del templo y le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí porque escrito está:
Dios ordenará a sus ángeles que te guarden ,
y,
En las manos te sostendrán,
para que tu pie no tropiece con piedra .
Le respondió Jesús:
—Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.