Amaokwu Akwụkwọ Nsọ Ndị Ama Ama siteré na JUAN 8

Kesaa

Nuevamente, Jesús les habló en estos términos: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

Entonces Jesús se dirigió a los judíos que habían creído en él: —Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos

De manera que si el Hijo os libera seréis verdaderamente libres.

Como ellos insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: —El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar una piedra contra ella.

Jesús replicó: —Os aseguro que todo el que comete pecado es esclavo del pecado.

Incorporándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer, le preguntó: —Mujer, ¿dónde están quienes te acusaban? ¿Nadie te condenó? Ella respondió: —Nadie, Señor. Entonces Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Vete y desde ahora no peques más.