Salmos 39:6-9
Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá. Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. Líbrame de todas mis transgresiones; No me pongas por escarnio del insensato. Enmudecí, no abrí mi boca, Porque tú lo hiciste.
Salmos 39:6-9