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Zacarías 12:6-14

Zacarías 12:6-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Cuando llegue el día, haré de los capitanes de Judá un brasero en llamas, en medio de la leña; ¡una antorcha ardiente entre manojos de trigo! Y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos vecinos, y una vez más Jerusalén volverá a ser habitada.» En primer lugar, el Señor salvará a las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y de los habitantes de Jerusalén no sea mayor que la de Judá. «Cuando llegue ese día, yo el Señor defenderé a los habitantes de Jerusalén. El más débil entre ellos será tan fuerte como David, y los descendientes de David serán tan poderosos como el ángel del Señor que los precede. »Cuando llegue ese día, me daré a la tarea de destruir a todas las naciones que vengan en contra de Jerusalén. Sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de buena voluntad y de oración, y volverán los ojos a mí y llorarán por el hombre a quien traspasaron, como se llora y se guarda luto por el hijo primero y único. »Cuando llegue ese día, habrá gran duelo en Jerusalén, como el duelo que hubo en Hadad Rimón, en el valle de Meguido. Todos en el país guardarán luto, cada familia por separado: los descendientes de la casa de David y sus mujeres, los descendientes de la casa de Natán y sus mujeres, los descendientes de la casa de Leví y sus mujeres, y los descendientes de Simey y sus mujeres, lo mismo que todas las demás familias y sus mujeres.

Zacarías 12:6-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»En aquel día haré que los jefes de Judá sean como un brasero encendido entre la leña, como un fuego entre manojos de espigas. Devorarán a derecha e izquierda a todas las naciones vecinas, mientras que los habitantes de Jerusalén vivirán otra vez en su ciudad. Pero primero yo, el Señor, salvaré a las familias de Judá, para que no crezca el prestigio de los descendientes de David y de los habitantes de Jerusalén por encima de los demás descendientes de Judá. Yo, el Señor, protegeré a los que viven en Jerusalén. Los más débiles de ellos serán tan fuertes como el rey David, y los descendientes de David serán como Dios, como el ángel del Señor, que va al frente de ellos. »En aquel día destruiré a cualquier nación que ataque a Jerusalén. Llenaré de espíritu de bondad y oración a los descendientes de David y a los habitantes de Jerusalén. Entonces mirarán al que traspasaron, y harán duelo y llorarán por él como por la muerte del hijo único o del hijo mayor. Se hará en Jerusalén un duelo tan grande como el duelo que se hace por el dios Hadad-rimón en la llanura de Meguido. Familia por familia, cada una por su lado, hará duelo en el país: los descendientes de David, y también sus mujeres; los descendientes de Natán, y también sus mujeres; los descendientes de Leví, y también sus mujeres; los descendientes de Simí, y también sus mujeres; y así todas las otras familias, cada una por su lado, y también sus mujeres.

Zacarías 12:6-14 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén. Y librará Jehová las tiendas de Judá primero, para que la gloria de la casa de David y del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí.

Zacarías 12:6-14 La Biblia de las Américas (LBLA)

Aquel día haré de los jefes de familias de Judá como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor, y Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en Jerusalén. El SEÑOR salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. Aquel día el SEÑOR defenderá a los habitantes de Jerusalén, y el débil entre ellos aquel día será como David, y la casa de David será como Dios, como el ángel del SEÑOR delante de ellos. Y sucederá aquel día que me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por Él, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por Él, como se llora por un primogénito. Aquel día habrá gran lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad-rimón en la llanura de Meguido. Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los simeítas por su lado, y sus mujeres por su lado; todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.

Zacarías 12:6-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»En aquel día yo haré que los clanes de Judá sean como una llama que le prende fuego a un montón de leña o como una antorcha encendida entre los manojos de grano. Destruirán con fuego a las naciones vecinas a la derecha y a la izquierda, mientras la gente que vive en Jerusalén permanecerá segura. »El SEÑOR dará primero la victoria al resto de Judá, antes que a Jerusalén, para que el pueblo de Jerusalén y el linaje real de David no tengan mayor honor que el resto de Judá. En aquel día el SEÑOR defenderá al pueblo de Jerusalén. ¡El más débil entre ellos será tan poderoso como el rey David! ¡Y los descendientes reales serán como Dios mismo, como el ángel del SEÑOR que va delante de ellos! Pues en aquel día comenzaré a destruir a todas las naciones que ataquen a Jerusalén. »Entonces derramaré un espíritu de gracia y oración sobre la familia de David y sobre los habitantes de Jerusalén. Me mirarán a mí, a quien atravesaron, y harán duelo por él como por un hijo único. Se lamentarán amargamente como quien llora la muerte de un primer hijo varón. El dolor y el luto en Jerusalén serán tan grandes como el duelo por Hadad-rimón en el valle de Meguido. »Todo Israel hará duelo, cada clan por su lado, los esposos separados de sus esposas. El clan de David llorará solo, como lo hará el clan de Natán, el clan de Leví y el clan de Simei. Cada clan sobreviviente de Judá se lamentará por separado, y los esposos separados de sus esposas.