Cantares 8:1-4
Cantares 8:1-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡Cómo quisiera que fueras mi hermano! ¡Cómo quisiera que mi madre te hubiera alimentado! Podría darte un beso al encontrarte en la calle, y nadie lo notaría. Podría tomarte de la mano y llevarte a la casa de mi madre, para que allí me enseñaras el arte del amor. Yo misma te daría a beber un vino con especias y el jugo de mis manzanas. ¡Pon tu brazo izquierdo bajo mi cabeza! ¡Con tu brazo derecho aprieta tu cuerpo contra el mío! Mujeres de Jerusalén, quiero que me prometan que no molestarán a mi amada ni la despertarán de su sueño de amor, hasta que ella sola se despierte.
Cantares 8:1-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Cómo quisiera que fueras mi hermano, el que mamó de los pechos de mi madre! Así podría besarte sin pensar en quién nos mira, y nadie me criticaría. Te llevaría al hogar de mi infancia, y allí tú me enseñarías. Te daría a beber vino con especias, mi dulce vino de granada. Tu brazo izquierdo estaría bajo mi cabeza y tu brazo derecho me abrazaría. Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, que no despertarán al amor hasta que llegue el momento apropiado.
Cantares 8:1-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Ah, si fueras mi propio hermano, criado a los pechos de mi madre! Al encontrarte en la calle podría besarte y nadie me despreciaría. Tomándote de la mano, te llevaría a la casa de mi madre para que fueran mi maestro. Te daría a beber vino con especias y el néctar de mis granadas. ¡Ojalá pudiera mi cabeza reposar sobre su izquierda! ¡Ojalá su derecha me abrazara! Yo les ruego, doncellas de Jerusalén, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar.
Cantares 8:1-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Ah, cómo quisiera que fueras mi hermano, y que mi madre te hubiera amamantado! ¡Así te besaría al encontrarte, y nadie me difamaría! Te llevaría a la casa de mi madre, y allí tú serías mi maestro. Yo te daría a beber de mi vino y del jugo de mis granadas. ¡Cómo anhelo que mi cabeza repose sobre tu brazo izquierdo, y que tu brazo derecho me abrace! Doncellas de Jerusalén, yo les ruego, que no despierten a mi amada, ¡que no interrumpan su sueño, mientras ella se complazca en dormir!
Cantares 8:1-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
¡Ojalá fueras tú un hermano mío, criado a los pechos de mi madre! Así, al encontrarte en la calle, podría besarte y nadie se burlaría de mí; podría llevarte a la casa de mi madre, te haría entrar en ella, y tú serías mi maestro. Yo te daría a beber del mejor vino y del jugo de mis granadas. ¡Que ponga él su izquierda bajo mi cabeza, y que con su derecha me abrace! Prométanme, mujeres de Jerusalén, no interrumpir el sueño de mi amor. ¡Déjenla dormir hasta que quiera despertar!
Cantares 8:1-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¡Oh, si tú fueras como un hermano mío Que mamó los pechos de mi madre! Entonces, hallándote fuera, te besaría, Y no me menospreciarían. Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre; Tú me enseñarías, Y yo te haría beber vino Adobado del mosto de mis granadas. Su izquierda esté debajo de mi cabeza, Y su derecha me abrace. Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera.
Cantares 8:1-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
¡Ah, si tú fueras como mi hermano, amamantado a los pechos de mi madre! Si te encontrara afuera, te besaría, y no me despreciarían. Te llevaría y te introduciría en la casa de mi madre, que me enseñaba; te daría a beber vino sazonado del zumo de mis granadas. Esté su izquierda bajo mi cabeza y su derecha me abrace. Quiero que juréis, oh hijas de Jerusalén: que no despertaréis ni levantaréis a mi amor, hasta que quiera.