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Cantares 1:1-17

Cantares 1:1-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Cantar de los cantares de Salomón. Ah, si me besaras con los besos de tu boca… ¡Mejor es tu amor que el vino! La fragancia de tus perfumes es placentera; tu nombre es bálsamo aromático. ¡Con razón te aman las doncellas! ¡Arrástrame en pos de ti! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos; celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte! Soy morena y hermosa, hijas de Jerusalén; morena como las tiendas de campaña de Cedar, hermosa como las cortinas de Salomón. No se fijen en mi tez morena ni en que el sol me bronceó la piel. Mis hermanos se enfadaron contra mí y me obligaron a cuidar las viñas; ¡y mi propia viña descuidé! Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde al mediodía los haces reposar? ¿Por qué he de andar como mujer con velo entre los rebaños de tus amigos? Si no lo sabes, la más bella de las mujeres, ve tras la huella del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las moradas de los pastores. Te comparo, amada mía, con una yegua entre los caballos del carro del faraón. ¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares! ¡Haremos para ti pendientes de oro con incrustaciones de plata! Mientras el rey se halla sentado a la mesa, mi nardo esparce su fragancia. Mi amado es para mí como el saquito de mirra que duerme entre mis pechos. Mi amado es para mí como un ramito de azahar de las viñas de Engadi. ¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas! ¡Cuán hermoso eres, amado mío! ¡Eres un encanto! Una alfombra de hojas es nuestro lecho, los cedros son las vigas de la casa y nos cubre un techo de cipreses.

Cantares 1:1-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Este es el poema más hermoso de Salomón. ¡Ay, amado mío, cómo deseo que me beses! Prefiero tus caricias, más que el vino; prefiero disfrutar del aroma de tus perfumes. Y eso eres tú: ¡perfume agradable! ¡Ahora me doy cuenta por qué te aman las mujeres! ¡Vamos, date prisa y llévame contigo! ¡Llévame ya a tus habitaciones, rey de mi vida! Por ti haremos fiesta, por ti estaremos alegres; nos olvidaremos del vino y disfrutaré de tus caricias. ¡Ahora me doy cuenta por qué las mujeres te aman tanto! ¡Mujeres de Jerusalén! Yo soy morena, sí, como las tiendas de Quedar. Y soy también hermosa, como las cortinas de Salomón. No se fijen en mi piel morena, pues el sol la requemó. Mis hermanos se enojaron contra mí, y me obligaron a cuidar sus viñas, ¡y así mi propia viña descuidé! Cuéntame, amor de mi vida, ¿a dónde llevas tus rebaños? A la hora de la siesta, ¿dónde los haces descansar? No tengo por qué andar como una vagabunda; ¡no tengo por qué buscarte entre los rebaños de tus amigos! Si acaso no lo sabes, mujer bella entre las bellas, sigue las huellas del rebaño y lleva a pastar tus cabritos junto a las carpas de los pastores. Amada mía, tu andar tiene la gracia del trote de las yeguas que tiran del carro del rey. ¡Preciosas se ven tus mejillas en medio de tus trenzas! ¡Bellísimo luce tu cuello entre tan bellos collares! ¡Voy a regalarte joyas de oro, incrustadas de plata! Mientras el rey se recuesta, mi perfume esparce su fragancia. Mi amado es para mí como el saquito perfumado que llevo entre mis pechos. Mi amado es para mí como un ramito de flores de las viñas de En-gadi. ¡Tú eres bella, amada mía; eres muy bella! ¡Tus ojos son dos luceros! ¡Tú eres hermoso, amado mío! ¡Eres un hombre encantador! La verde hierba será nuestro lecho de bodas, y a la sombra de los cedros pondremos nuestro nido de amor.

Cantares 1:1-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Cantar de los cantares, de Salomón. ¡Ah, si me dieras uno de tus besos! ¡Son tus caricias más deliciosas que el vino, y delicioso es también el aroma de tus perfumes! Tu nombre es cual perfume derramado; ¡por eso te aman las doncellas! ¡Llévame contigo, démonos prisa! ¡Llévame, rey mío, a tu alcoba! ¡Alegrémonos! ¡Regocijémonos por ti! ¡Evoquemos tus caricias y no el vino! ¡Razones hay para amarte! Escuchen, doncellas de Jerusalén: yo soy una morena hermosa. Morena soy, como las tiendas de Cedar; morena soy, como las cortinas de Salomón. No se fijen en mi piel morena; es que el sol posó en mí su mirada. Mis hermanos se enojaron contra mí y me pusieron a cuidar las viñas; y yo, que soy mi propia viña, no me cuidé. Dime, amor de mi vida, ¿dónde das de comer a tus rebaños?, ¿dónde reposas al mediodía? ¿Por qué tengo que andarte buscando junto a los rebaños de tus amigos? Si no lo sabes tú, bella mujer, ve tras las huellas del rebaño y lleva tus cabritas a los pastos, cerca de las cabañas de los pastores. Comparable es tu andar, amiga mía, al suave trote de las yeguas del faraón. ¡Qué bellas son tus mejillas, enmarcadas entre los pendientes! ¡Qué bello es tu cuello entre los collares! ¡Vamos a hacerte pendientes de oro con incrustaciones de plata! Mientras el rey disfruta del banquete, mi nardo esparce su fragancia. Mi amado es para mí como el saquito de mirra entre mis pechos. Mi amado es para mí como un racimo de flores de alheña en las viñas de Engadí. ¡Hermosa eres tú, amiga mía! ¡Hermosa eres tú, y tus ojos son dos palomas! ¡Hermoso eres tú, amado mío, y además encantador! La verde hierba es nuestro lecho, los cedros son las vigas de la casa, y los cipreses nos cubren como un techo.

Cantares 1:1-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

El más hermoso de los poemas de Salomón. ¡Dame un beso de tus labios! Son más dulces que el vino tus caricias, deliciosos al olfato tus perfumes, tu nombre es perfume derramado. ¡Por eso te aman las mujeres! ¡Llévame pronto contigo! ¡Llévame, oh rey, a tus habitaciones! Contigo estaremos muy alegres; evocaremos tus caricias más que el vino. ¡Con razón te aman las mujeres! Mujeres de Jerusalén, soy morena, pero hermosa; morena como los campamentos de Quedar, hermosa como las cortinas de Salomón. No se fijen en que soy morena, ni en que el sol me ha quemado la piel. Mis hermanos se enojaron conmigo y me pusieron a cuidar las viñas, ¡y mi propia viña descuidé! Dime, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde los llevas a descansar al mediodía? ¿Por qué he de andar como una vagabunda, junto a los rebaños de tus compañeros? Si no lo sabes tú, hermosa entre las hermosas, sigue las pisadas del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las chozas de los pastores. Tú eres para mí, amor mío, cual fina yegua del carro del faraón. ¡Qué lindas son tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué lindo es tu cuello entre los collares de perlas! ¡Te haremos pendientes de oro con incrustaciones de plata! Mientras el rey se sienta a la mesa, mi nardo esparce su fragancia. Mi amado es para mí como el saquito de mirra que está siempre entre mis pechos. Mi amado es para mí como flor de alheña en los viñedos de En-gadi. ¡Qué hermosa eres, amor mío, qué hermosa eres! ¡Tus ojos son dos palomas! ¡Qué hermoso eres, amor mío, qué hermoso eres! ¡La verde hierba es nuestro lecho! Los cedros son las vigas de la casa, y los cipreses, el techo que nos cubre.

Cantares 1:1-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman. Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman. Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón. No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé. Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros? Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. A yegua de los carros de Faraón Te he comparado, amiga mía. Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares. Zarcillos de oro te haremos, Tachonados de plata. Mientras el rey estaba en su reclinatorio, Mi nardo dio su olor. Mi amado es para mí un manojito de mirra, Que reposa entre mis pechos. Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi Es para mí mi amado. He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; He aquí eres bella; tus ojos son como palomas. He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; Nuestro lecho es de flores. Las vigas de nuestra casa son de cedro, Y de ciprés los artesonados.

Cantares 1:1-17 La Biblia de las Américas (LBLA)

El cantar de los cantares de Salomón. ¶¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Tus ungüentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungüento purificado; por eso te aman las doncellas. Llévame en pos de ti y corramos juntos. El rey me ha conducido a sus cámaras. N os regocijaremos y nos alegraremos en ti, exaltaremos tu amor más que el vino. Con razón te aman. ¶Soy morena pero preciosa, oh hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón. No os fijéis en que soy morena, porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; me pusieron a guardar las viñas, y mi propia viña no guardé. Dime, amado de mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo junto a los rebaños de tus compañeros? ¶Si tú no lo sabes, ¡oh la más hermosa de las mujeres!, sal tras las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. ¶A mi yegua, entre los carros de Faraón, yo te comparo, amada mía. Hermosas son tus mejillas entre los adornos, tu cuello entre los collares. ¶Adornos de oro haremos para ti, con cuentas de plata. ¶Mientras el rey estaba a la mesa, mi perfume esparció su fragancia. Bolsita de mirra es mi amado para mí, que reposa toda la noche entre mis pechos. Ramillete de flores de alheña es mi amado para mí en las viñas de En-gadi. ¶Cuán hermosa eres, amada mía, cuán hermosa eres. Tus ojos son como palomas. ¶Cuán hermoso eres, amado mío, y tan placentero. Ciertamente nuestro lecho es de exuberante verdor. Las vigas de nuestras casas son cedros, nuestros artesonados, cipreses.

Cantares 1:1-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Este es el Cantar de los Cantares de Salomón, la mejor de las canciones. Bésame, una y otra vez, porque tu amor es más dulce que el vino. ¡Qué agradable es tu fragancia! Tu nombre es como el aroma que se esparce de aceites perfumados. ¡Con razón todas las jóvenes te aman! ¡Llévame contigo, ven, corramos! El rey me ha traído a su alcoba. Cuánto nos alegramos por ti, oh rey; elogiamos tu amor aún más que el vino. Con razón te quieren las jóvenes. Soy morena pero hermosa, oh mujeres de Jerusalén, morena como las carpas de Cedar, morena como las cortinas de las carpas de Salomón. No me miren así por ser morena; el sol ha bronceado mi piel. Mis hermanos se enojaron conmigo; me obligaron a cuidar de sus viñedos, por eso no pude cuidarme a mí misma, mi propio viñedo. Dime, mi amor, ¿hacia dónde llevarás hoy tu rebaño? ¿Dónde harás descansar tus ovejas al mediodía? ¿Por qué tendría yo que vagar como una prostituta entre tus amigos y sus rebaños? Oh, más hermosa mujer, si no lo sabes, sigue las huellas de mi rebaño y apacienta tus cabritos junto a las carpas de los pastores. Amada mía, tú eres tan cautivante como una yegua entre los sementales del faraón. ¡Qué hermosas son tus mejillas! ¡Tus pendientes las encienden aún más! ¡Qué hermoso es tu cuello realzado con un collar de joyas! Te haremos unos pendientes de oro con cuentas de plata. El rey está descansando en su sofá, encantado por la fragancia de mi perfume. Mi amante es como una bolsita de mirra que reposa entre mis pechos. Es como un ramito de aromáticas flores de alheña de los viñedos de En-gadi. ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa! Tus ojos son como palomas. ¡Y tú eres tan apuesto, amor mío, tan agradable que no puedo expresarlo! La tierna hierba es nuestra cama; las ramas fragantes de los cedros son los soportes de nuestra casa y los abetos aromáticos, las vigas del techo.