Romanos 8:20-21
Romanos 8:20-21 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
pues fue sometida a la frustración, no por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Romanos 8:20-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Pues toda la creación está confundida, y no por su culpa, sino porque Dios así lo decidió. Pero a la creación le queda todavía la esperanza de ser liberada de su destrucción. Tiene la esperanza de compartir la maravillosa libertad de los hijos de Dios.
Romanos 8:20-21 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino porque así lo dispuso Dios, pero todavía tiene esperanza, pues también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción, para así alcanzar la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Romanos 8:20-21 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Porque la creación perdió su verdadera finalidad, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo había dispuesto; pero le quedaba siempre la esperanza de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Romanos 8:20-21 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Romanos 8:20-21 La Biblia de las Américas (LBLA)
Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.
Romanos 8:20-21 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza, la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios.