Apocalipsis 19:2-12
Apocalipsis 19:2-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
pues sus juicios son verdaderos y justos: ha condenado a la gran prostituta que con sus adulterios corrompía la tierra; ha vindicado la sangre de los siervos de Dios derramada por ella». Y volvieron a exclamar: «¡Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos». Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dijeron: «¡Amén, Aleluya!». Y del trono salió una voz que decía: «¡Alaben ustedes a nuestro Dios, todos sus siervos, grandes y pequeños, quienes con reverente temor le sirven!». Después oí voces como el rumor de una inmensa multitud, como el ruido de muchas aguas y como el retumbar de potentes truenos, que exclamaban: «¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. ¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado y se le ha concedido vestirse de tela de lino fino, limpio y resplandeciente». (El lino fino representa las acciones justas de los creyentes). El ángel me dijo: «Escribe: “¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!”». Y añadió: «Estas son las palabras verdaderas de Dios». Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía». Luego vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero. Con justicia dicta sentencia y hace la guerra. Sus ojos resplandecen como llamas de fuego y muchas diademas ciñen su cabeza. Lleva escrito un nombre que nadie conoce sino solo él.
Apocalipsis 19:2-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
porque Dios juzga con justicia y de acuerdo con la verdad. »Castigó a la gran prostituta, que enseñó a todo el mundo a adorar a dioses falsos. Fue castigada por haber matado a los servidores de Dios.» Después volvieron a decir: «¡Que todos alaben a Dios! Pues el humo del fuego que hace arder a la gran prostituta, nunca dejará de subir.» Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron hasta tocar el suelo, diciendo: «¡Así sea! ¡Que todos alaben a Dios!» Y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Entonces oí una voz que venía del trono, la cual decía: «¡Que todos alaben a nuestro Dios! ¡Que lo alabe todo el mundo, los poderosos y los humildes, los que lo sirven y lo honran!» Entonces me pareció oír las voces de mucha gente. Era como el sonido de cataratas y de fuertes truenos, y decían: «¡Que todos alaben a Dios, el Señor todopoderoso, porque él ha comenzado a reinar! »Alegrémonos, llenémonos de gozo y alabémoslo, porque ha llegado el día de la boda del Cordero. »Ya está lista su esposa, la cual es la iglesia; Dios la ha vestido de lino fino, limpio y brillante.» Ese lino fino representa el bien que hace el pueblo de Dios. El ángel me dijo: «Escribe esto: Benditos sean todos los que han sido invitados a la cena de bodas del Cordero.» Y luego añadió: «Esto lo dice Dios, y él no miente.» Entonces me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: «¡No lo hagas! Adora a Dios, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos los que siguen confiando en el mensaje que les dio Jesús.» Porque el mensaje que Jesús enseñó es lo que anima a la gente a seguir anunciándolo. Entonces vi el cielo abierto, y allí estaba un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque era justo cuando gobernaba o cuando iba a la guerra. Sus ojos parecían llamas de fuego; llevaba muchas coronas en su cabeza, y tenía escrito un nombre que solo él conocía.
Apocalipsis 19:2-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
porque sus juicios son justos y verdaderos. Ha condenado a la gran ramera, que con su inmoralidad sexual ha corrompido a la tierra, y ha vengado la sangre de sus siervos, que fue derramada por ella.» Y una vez más dijeron: «¡Aleluya! El humo de ella sube por los siglos de los siglos.» Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, mientras decían: «¡Amén! ¡Aleluya!» Del trono salió entonces una voz, que decía: «¡Alaben a nuestro Dios todos sus siervos, los que le temen, los grandes y los pequeños!» También oí una voz que parecía el rumor de una gran multitud, o el estruendo de muchas aguas, o el resonar de poderosos truenos, y decía: «¡Aleluya! ¡Reina ya el Señor, nuestro Dios Todopoderoso! ¡Regocijémonos y alegrémonos y démosle gloria! ¡Ha llegado el momento de las bodas del Cordero! Ya su esposa se ha preparado, y se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y refulgente.» Y es que el lino fino simboliza las acciones justas de los santos. Entonces el ángel me dijo: «Escribe: “Bienaventurados los que han sido invitados a la cena de las bodas del Cordero.”» Y también me dijo: «Estas son palabras verdaderas de Dios.» Yo me postré a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: «¡No hagas eso! Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. »Entonces vi que el cielo se había abierto, y que allí aparecía un caballo blanco. El nombre del que lo montaba es Fiel y Verdadero, el que juzga y pelea con justicia. Sus ojos parecían dos llamas de fuego, y en su cabeza había muchas diademas, y tenía inscrito un nombre que solo él conocía.
Apocalipsis 19:2-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
porque él juzga rectamente y con verdad; pues ha condenado a la gran prostituta que con su prostitución corrompió al mundo; ha vengado en ella la muerte de los siervos de Dios.» Luego volvieron a decir: «¡Aleluya! El humo de ella nunca dejará de subir.» Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron hasta el suelo y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Y decían: «¡Amén! ¡Aleluya!» Desde el trono se oyó entonces una voz, que decía: «¡Alaben a nuestro Dios todos ustedes, pequeños y grandes, todos ustedes que lo sirven y le tienen reverencia!» Oí también algo como las voces de mucha gente, como el sonido de una cascada y de fuertes truenos. Decían: «¡Aleluya! Porque ha comenzado a gobernar el Señor, nuestro Dios todopoderoso. Alegrémonos, llenémonos de gozo y démosle gloria, porque ha llegado el momento de las bodas del Cordero. Su esposa se ha preparado: se le ha permitido vestirse de lino fino, limpio y brillante, porque ese lino es la recta conducta del pueblo santo.» El ángel me dijo: «Escribe: “Felices los que han sido invitados al banquete de bodas del Cordero.”» Y añadió: «Estas son palabras verdaderas de Dios.» Me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: «No hagas eso, pues yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú y tus hermanos que siguen fieles al testimonio de Jesús. Adora a Dios.» Pues ese testimonio de Jesús es el que inspira a los profetas. Vi el cielo abierto; y apareció un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque con rectitud gobernaba y hacía la guerra. Sus ojos brillaban como llamas de fuego, llevaba en la cabeza muchas coronas y tenía un nombre escrito que solamente él conocía.
Apocalipsis 19:2-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
Apocalipsis 19:2-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
PORQUE SUS JUICIOS SON VERDADEROS Y JUSTOS, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su inmoralidad, y HA VENGADO LA SANGRE DE SUS SIERVOS EN ELLA. Y dijeron por segunda vez: ¡Aleluya! EL HUMO DE ELLA SUBE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y del trono salió una voz que decía: A labad a nuestro Dios todos sus siervos, los que le teméis, los pequeños y los grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía: ¡ A leluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina. Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a Él la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado. Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino. Y el ángel me dijo*: Escribe: «Bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero». Y me dijo*: Estas son palabras verdaderas de Dios. Entonces caí a sus pies para adorarle. Y me dijo*: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino Él.
Apocalipsis 19:2-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Sus juicios son verdaderos y justos. Él ha castigado a la gran prostituta que corrompió a la tierra con su inmoralidad. Él ha vengado la muerte de sus siervos». Y otra vez, sus voces resonaron: «¡Alabado sea el SEÑOR! ¡El humo de esa ciudad subirá por siempre jamás!». Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Exclamaron: «¡Amén! ¡Alabado sea el SEÑOR!». Y del trono salió una voz que dijo: «Alaben a nuestro Dios todos sus siervos y todos los que le temen, desde el más insignificante hasta el más importante». Entonces volví a oír algo que parecía el grito de una inmensa multitud o el rugido de enormes olas del mar o el estruendo de un potente trueno, que decían: «¡Alabado sea el SEÑOR! Pues el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso, reina. Alegrémonos y llenémonos de gozo y démosle honor a él, porque el tiempo ha llegado para la boda del Cordero, y su novia se ha preparado. A ella se le ha concedido vestirse del lino blanco y puro de la más alta calidad». Pues el lino de la más alta calidad representa las buenas acciones del pueblo santo de Dios. Y el ángel me dijo: «Escribe esto: “Benditos son los que están invitados a la cena de la boda del Cordero”». Y añadió: «Estas son palabras verdaderas que provienen de Dios». Entonces me postré a sus pies para adorarlo, pero me dijo: «No, no me adores a mí. Yo soy un siervo de Dios, como tú y tus hermanos que dan testimonio de su fe en Jesús. Adora únicamente a Dios, porque la esencia de la profecía es dar un claro testimonio de Jesús». Entonces vi el cielo abierto, y había allí un caballo blanco. Su jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque juzga con rectitud y hace una guerra justa. Sus ojos eran como llamas de fuego, y llevaba muchas coronas en la cabeza. Tenía escrito un nombre que nadie entendía excepto él mismo.