Salmos 91:4-6
Salmos 91:4-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. Su verdad será tu escudo y tu baluarte. No temerás el terror de la noche ni la flecha que vuela de día ni la plaga que acecha en las sombras ni la peste que destruye a mediodía.
Salmos 91:4-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
solo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos. Ni de día ni de noche tendremos que preocuparnos de estar en peligro de muerte. Ni en las sombras de la noche, ni a plena luz del día, nos caerá desgracia alguna.
Salmos 91:4-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor te cubrirá con sus plumas, y vivirás seguro debajo de sus alas. ¡Su verdad es un escudo protector! No tendrás temor de los terrores nocturnos, ni de las flechas lanzadas de día; no temerás a la peste que ronda en la oscuridad, ni a la mortandad que destruye a pleno sol.
Salmos 91:4-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! No tengas miedo a los peligros nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día, ni a las plagas que llegan con la oscuridad, ni a las que destruyen a pleno sol
Salmos 91:4-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.
Salmos 91:4-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad. ¶No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día.
Salmos 91:4-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección. No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día. No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía.