Salmos 69:1-4
Salmos 69:1-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Sálvame, Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme; 2 (3) me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies. He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente. 3 (4) Ya estoy ronco de tanto gritar; la garganta me duele; ¡mis ojos están cansados de tanto esperar a mi Dios! 4 (5) Son más los que me odian sin motivo que los pelos de mi cabeza; han aumentado mis enemigos, los que sin razón me destruyen y me exigen que devuelva lo que no he robado.
Salmos 69:1-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Sálvame, Dios mío, porque las aguas ya me llegan al cuello! Me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar el pie. Estoy en medio de profundas aguas y me arrastra la corriente. Cansado estoy de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Mis ojos languidecen, esperando la ayuda de mi Dios. Más que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo; muchos son los enemigos gratuitos que se han propuesto destruirme. ¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?
Salmos 69:1-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1 (2) Dios mío, ¡sálvame, pues siento que me ahogo! 2 (3) ¡Siento que me hundo en el barro y no tengo dónde apoyarme! ¡Me encuentro en aguas profundas, luchando contra la corriente! 3 (4) Cansado estoy de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Ya los ojos se me cierran, y tú no vienes a ayudarme. 4 (5) ¡Tengo más enemigos que pelos en la cabeza! Muchos me odian sin motivo, y quieren matarme; ¡me exigen que les devuelva lo que nunca les robé!
Salmos 69:1-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Sálvame, oh Dios, porque las aguas me han llegado hasta el cuello. Me encuentro hundido en profundo pantano, y no hallo dónde poner el pie. He caído en aguas abismales, y me cubre la corriente. Ya me canso de llamar; ronca está mi garganta; mis ojos desfallecen en espera de mi Dios. Son más los que me odian sin motivo, que los cabellos de mi cabeza. Son muy poderosos mis enemigos, los que sin razón quieren destruirme. ¿Acaso he de pagar lo que no he robado?
Salmos 69:1-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (2) Sálvame, Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme; 2 (3) me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies. He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente. 3 (4) Ya estoy ronco de tanto gritar; la garganta me duele; ¡mis ojos están cansados de tanto esperar a mi Dios! 4 (5) Son más los que me odian sin motivo que los pelos de mi cabeza; han aumentado mis enemigos, los que sin razón me destruyen y me exigen que devuelva lo que no he robado.
Salmos 69:1-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé?
Salmos 69:1-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
Sálvame, oh Dios, porque las aguas me han llegado hasta el alma. Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega. Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios. Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; poderosos son los que quieren destruirme, sin razón son mis enemigos, me hacen devolver aquello que no robé.
Salmos 69:1-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Sálvame oh Dios, porque las aguas de la inundación me llegan al cuello. Me hundo cada vez más en el fango; no encuentro dónde apoyar mis pies. Estoy en aguas profundas, y el torrente me cubre. Estoy agotado de tanto gritar por ayuda; tengo la garganta reseca. Mis ojos están hinchados de tanto llorar, a la espera de la ayuda de mi Dios. Los que me odian sin motivo suman más que los cabellos de mi cabeza. Muchos enemigos tratan de destruirme con mentiras; me exigen que devuelva lo que no robé.