Salmos 5:4-12
Salmos 5:4-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
No eres un Dios que se complazca en la maldad; los malvados no pueden habitar contigo. Los perversos no pueden presentarse ante ti, pues aborreces a todos los malhechores. Tú, Señor, destruyes a los mentirosos, y rechazas a los asesinos y mentirosos. Yo, por el contrario, y por tu gran misericordia, puedo entrar en tu templo y alabarte reverente. Guíame, Señor, en tu justicia, y por causa de mis adversarios endereza tu camino delante de mí. Porque en sus labios no hay sinceridad; dentro de ellos no hay más que maldad. Su garganta es como un sepulcro abierto, y su lengua solo emite falsas alabanzas. ¡Castígalos, Dios mío! ¡Que sus propios errores los hagan caer! ¡Recházalos, por sus muchos pecados, pues grande es su rebeldía contra ti! Pero que se alegren todos los que en ti confían; que griten siempre de júbilo, porque tú los defiendes; que vivan felices los que aman tu nombre. Tú, Señor, bendices al hombre justo; tu favor lo rodea, como un escudo.
Salmos 5:4-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Tú no eres un Dios que se complace en lo malo; a tu lado no tienen cabida los malvados. No hay lugar en tu presencia para los altivos, pues aborreces a todos los malhechores. Tú destruyes a los mentirosos y detestas a los asesinos y traidores. Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo Templo. SEÑOR, por causa de mis enemigos, dirígeme en tu justicia; endereza tu senda delante de mí. En sus palabras no hay sinceridad; en su interior solo hay corrupción. Su garganta es un sepulcro abierto; de su lengua salen engaños. ¡Condénalos, oh Dios! ¡Que caigan por sus propias intrigas! ¡Recházalos por la multitud de sus crímenes, porque se han rebelado contra ti! Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. Porque tú, SEÑOR, bendices al justo; cual escudo lo rodeas con tu buena voluntad.
Salmos 5:4-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
4 (5) A ti, Dios mío, no te agrada la maldad. Por eso los malvados no pueden vivir contigo; 5 (6) no soportas a los orgullosos ni amas a los malhechores. 6 (7) ¡Tú destruyes a los mentirosos, y rechazas a los tramposos y asesinos! 7 (8) Pero a mí me quieres tanto que me dejas entrar en tu templo, y allí me dejas hacer mis oraciones. 8 (9) Dios mío, ¡enséñame a hacer el bien! ¡Llévame por el buen camino, pues no quiero que mis enemigos triunfen sobre mí! 9 (10) Ellos son unos mentirosos y solo piensan en destruirme. Nunca dicen la verdad, y solo hablan de muerte. 10 (11) ¡No los perdones, Dios mío! ¡Haz que fracasen sus planes malvados! Ya es mucho lo que han pecado; ¡recházalos por luchar contra ti! 11 (12) Pero que vivan alegres todos los que en ti confían; ¡que siempre canten de alegría bajo tu protección! ¡Que sean felices todos los que te aman! 12 (13) Tú, Dios mío, bendices al que es bueno, y con tu amor lo proteges.
Salmos 5:4-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
No eres un Dios que se complazca en la maldad; los malvados no pueden habitar contigo. Los perversos no pueden presentarse ante ti, pues aborreces a todos los malhechores. Tú, Señor, destruyes a los mentirosos, y rechazas a los asesinos y mentirosos. Yo, por el contrario, y por tu gran misericordia, puedo entrar en tu templo y alabarte reverente. Guíame, Señor, en tu justicia, y por causa de mis adversarios endereza tu camino delante de mí. Porque en sus labios no hay sinceridad; dentro de ellos no hay más que maldad. Su garganta es como un sepulcro abierto, y su lengua solo emite falsas alabanzas. ¡Castígalos, Dios mío! ¡Que sus propios errores los hagan caer! ¡Recházalos, por sus muchos pecados, pues grande es su rebeldía contra ti! Pero que se alegren todos los que en ti confían; que griten siempre de júbilo, porque tú los defiendes; que vivan felices los que aman tu nombre. Tú, Señor, bendices al hombre justo; tu favor lo rodea, como un escudo.
Salmos 5:4-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
4 (5) No eres tú un Dios que se complace en lo malo; los malvados no pueden vivir a tu lado, 5 (6) ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos. Tú odias a los malhechores, 6 (7) destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos. 7 (8) En cambio yo, por tu gran amor, puedo entrar en tu templo; ¡puedo adorarte con toda reverencia mirando hacia tu santo templo! 8 (9) Señor, por causa de mis enemigos guíame en tu justicia, llévame por el buen camino. 9 (10) Ellos nunca hablan con sinceridad; ¡están corrompidos por dentro! Sepulcro abierto es su garganta; ¡su lengua es mentirosa! 10 (11) ¡Castígalos, Dios mío! ¡Haz que fracasen sus intrigas! Recházalos por sus muchos pecados, porque se han rebelado contra ti. 11 (12) Alégrense los que buscan tu protección; canten siempre de alegría porque tú los proteges. Los que te aman, se alegran por causa tuya, 12 (13) pues tú, Señor, bendices al que es fiel; tu bondad lo rodea como un escudo.
Salmos 5:4-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor. Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino. Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas. Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, Porque se rebelaron contra ti. Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.
Salmos 5:4-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el mal no mora contigo. Los que se ensalzan no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruyes a los que hablan falsedad; el SEÑOR abomina al hombre sanguinario y engañador. Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia. ¶SEÑOR, guíame en tu justicia por causa de mis enemigos; allana delante de mí tu camino. Porque no hay sinceridad en lo que dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro abierto es su garganta; con su lengua hablan lisonjas. Tenlos por culpables, oh Dios; ¡que caigan por sus mismas intrigas! Echalos fuera por la multitud de sus transgresiones, porque se rebelan contra ti. ¶Pero alégrense todos los que en ti se refugian; para siempre canten con júbilo, porque tú los proteges; regocíjense en ti los que aman tu nombre. Porque tú, oh SEÑOR, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor.
Salmos 5:4-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Oh Dios, la maldad no te agrada; no puedes tolerar los pecados de los malvados. Por lo tanto, los orgullosos no pueden estar en tu presencia, porque aborreces a todo el que hace lo malo. Destruirás a los que dicen mentiras; el SEÑOR detesta a los asesinos y a los engañadores. Gracias a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa; adoraré en tu templo con la más profunda reverencia. Guíame por el camino correcto, oh SEÑOR, o mis enemigos me conquistarán; allana tu camino para que yo lo siga. Mis enemigos no pueden decir la verdad; su deseo más profundo es destruir a los demás. Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta; su lengua está llena de adulaciones. Oh Dios, decláralos culpables y haz que caigan en sus propias trampas; expúlsalos a causa de sus muchos pecados, porque se rebelaron contra ti. Pero que se alegren todos los que en ti se refugian; que canten alegres alabanzas por siempre. Cúbrelos con tu protección, para que todos los que aman tu nombre estén llenos de alegría. Pues tú bendices a los justos, oh SEÑOR; los rodeas con tu escudo de amor.