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Salmos 44:9-26

Salmos 44:9-26 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; Y no sales con nuestros ejércitos. Nos hiciste retroceder delante del enemigo, Y nos saquean para sí los que nos aborrecen. Nos entregas como ovejas al matadero, Y nos has esparcido entre las naciones. Has vendido a tu pueblo de balde; No exigiste ningún precio. Nos pones por afrenta de nuestros vecinos, Por escarnio y por burla de los que nos rodean. Nos pusiste por proverbio entre las naciones; Todos al vernos menean la cabeza. Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y la confusión de mi rostro me cubre, Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del vengativo. Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti, Y no hemos faltado a tu pacto. No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos, Para que nos quebrantases en el lugar de chacales, Y nos cubrieses con sombra de muerte. Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, O alzado nuestras manos a dios ajeno, ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero. Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre. ¿Por qué escondes tu rostro, Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra? Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra. Levántate para ayudarnos, Y redímenos por causa de tu misericordia.

Salmos 44:9-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Pero ahora nos hiciste a un lado en deshonra; ya no estás al frente de nuestros ejércitos en batalla. Nos haces huir en retirada de nuestros enemigos y dejas que los que nos odian saqueen nuestra tierra. Nos descuartizaste como a ovejas, y nos esparciste entre las naciones. Vendiste a tu precioso pueblo por una miseria y no ganaste nada con la venta. Permites que nuestros vecinos se burlen de nosotros; somos objeto de desprecio y desdén de quienes nos rodean. Nos has hecho el blanco de sus bromas; menean la cabeza ante nosotros en señal de desprecio. No podemos escapar de la constante humillación; tenemos la vergüenza dibujada en el rostro. Lo único que oímos son los insultos de los burlones; lo único que vemos es a nuestros enemigos vengativos. Todo esto ocurrió aunque nunca te hemos olvidado ni desobedecimos tu pacto. Nuestro corazón no te abandonó ni nos hemos extraviado de tu camino. Sin embargo, nos aplastaste en el desierto, donde vive el chacal; nos cubriste de oscuridad y muerte. Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios o hubiéramos extendido las manos en oración a dioses ajenos, con toda seguridad Dios lo habría sabido, porque conoce los secretos de cada corazón. Pero por tu causa, nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero. ¡Despierta, oh Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. ¿Por qué miras para otro lado? ¿Por qué pasas por alto nuestro sufrimiento y opresión? Nos desplomamos en el polvo; quedamos boca abajo en la mugre. ¡Levántate! ¡Ayúdanos! Rescátanos a causa de tu amor inagotable.

Salmos 44:9-26 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Pero ahora nos has rechazado y humillado; ya no sales con nuestros ejércitos. Nos hiciste retroceder ante el enemigo; nos han saqueado nuestros adversarios. Nos has entregado para que nos devoren como ovejas nos has dispersado entre las naciones. Has vendido a tu pueblo por una miseria y nada has ganado con su venta. Nos has dejado en ridículo ante nuestros vecinos; somos la burla y el escarnio de los que nos rodean. Nos has hecho el hazmerreír de las naciones; todos los pueblos se burlan de nosotros. La humillación no me deja un solo instante; se me cae la cara de vergüenza por las burlas de los que me insultan y me ofenden, por culpa del enemigo que está presto a la venganza. Todo esto nos ha sucedido, a pesar de que nunca te olvidamos ni faltamos jamás a tu pacto. Nuestro corazón no ha vuelto atrás ni nos hemos apartado de tu senda. Pero tú nos arrojaste a una cueva de chacales; ¡nos envolviste en la más tenebrosa oscuridad! Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios o extendido nuestras manos a un dios extraño, ¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos? Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero! ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. ¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestro sufrimiento y opresión? Estamos abatidos hasta el polvo; nuestro cuerpo se arrastra por el suelo. ¡Levántate, ven a ayudarnos! ¡Por tu gran amor, rescátanos!

Salmos 44:9-26 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

9 (10) Pero ahora nos has rechazado; nos has hecho pasar vergüenza. Ya no marchas con nuestros ejércitos. 10 (11) Nos has hecho huir; ¡el enemigo nos ha quitado todo lo que teníamos! 11 (12) Has dejado que nos devoren como si fuéramos ovejas; has dejado que nos dispersemos entre las otras naciones. 12 (13) Nos vendiste muy barato, ¿y qué ganaste con eso? 13-14 (14-15) Nos pusiste en ridículo delante de nuestros vecinos; las naciones y los pueblos se burlan de nosotros; ¡somos el hazmerreír de todo el mundo! 15 (16) Me muero de vergüenza, pues a todas horas me ofenden; 16 (17) ¡mis enemigos me gritan y buscan vengarse de mí! 17 (18) Todo esto lo hemos sufrido a pesar de no haberte olvidado; jamás hemos faltado a tu pacto; 18 (19) jamás te hemos sido infieles, ni te hemos desobedecido. 19 (20) Y a pesar de todo eso, nos has echado en lugares de miseria; ¡nos has dejado en profunda oscuridad! 20 (21) Si te hubiéramos olvidado, o hubiéramos adorado a dioses de otros pueblos, 21 (22) tú te habrías dado cuenta, pues sabes lo que pensamos. 22 (23) Pero por causa tuya nos matan; ¡por ti nos tratan siempre como a ovejas para el matadero! 23 (24) ¡Despierta ya, Dios mío! ¿Por qué sigues durmiendo? ¡Entra ya en acción! ¡No nos sigas rechazando! 24 (25) ¿Por qué te escondes? ¿Por qué nos olvidas? ¡Mira cómo nos oprimen! 25 (26) Estamos derrotados por completo; tenemos que arrastrarnos por el suelo. 26 (27) ¡Ven ya en nuestra ayuda! ¡Sálvanos por tu gran amor!

Salmos 44:9-26 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Pero nos has abandonado, nos has puesto en vergüenza. Ya no acompañas a nuestros ejércitos. Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecen nos despojan de todo. Has dejado que nos maten como a ovejas, y nos has esparcido entre las naciones. ¡Has vendido a tu pueblo de balde! ¡Nada has ganado con venderlo! Nos has humillado ante nuestros vecinos; somos motivo de burla para los que nos rodean. Has hecho de nosotros la burla de la gente; al vernos, todos mueven burlones la cabeza. Todo el tiempo debo encarar mi vergüenza; me abruma no poder dar la cara por lo que dicen los que tanto me ofenden, ¡por lo que hacen mis vengativos enemigos! Aunque todo esto nos ha sucedido, jamás nos hemos olvidado de ti; jamás hemos quebrantado tu pacto. Jamás ha decaído nuestro ánimo, ni nos hemos apartado de tus sendas. ¡Pero tú nos arrojaste en cuevas de chacales! ¡Nos cubriste con las sombras de la muerte! Dios nuestro, si nos hubiéramos olvidado de tu nombre, o si hubiéramos rendido culto a otro dios, ¿acaso tú no habrías llegado a saberlo? ¡Si tú conoces los secretos más recónditos! Pero por ti nos matan todo el tiempo; ¡nos consideran ovejas para el matadero! ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate, no te alejes para siempre! ¿Por qué te escondes de nosotros? ¿Por qué te olvidas de la opresión que sufrimos? Nuestro ánimo se halla por el suelo, ¡nuestros cuerpos se arrastran por la tierra! ¡Levántate, ven a ayudarnos y, por tu gran misericordia, sálvanos!

Salmos 44:9-26 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

9 (10) Pero nos has rechazado; nos has cubierto de vergüenza. Ya no sales con nuestros ejércitos. 10 (11) Nos has hecho dar la espalda a nuestros enemigos; los que nos odian nos roban y se llevan lo que quieren. 11 (12) Nos has entregado cual si fuéramos ovejas para el matadero; nos has dispersado entre los paganos; 12 (13) has vendido a tu pueblo muy barato, y nada has ganado con venderlo. 13 (14) Nos has convertido en objeto de insultos; nuestros vecinos nos ofenden y ridiculizan. 14 (15) Has hecho que los paganos se burlen de nosotros; al vernos, mueven burlones la cabeza. 15 (16) No hay momento en que no me vea humillado; se me cae la cara de vergüenza 16 (17) por culpa del enemigo, que trata de vengarse y que me ofende y ultraja. 17 (18) Esto que nos ha pasado no fue por haberte olvidado. ¡No hemos faltado a tu alianza! 18 (19) No hemos pensado abandonarte ni hemos dejado tus caminos. 19 (20) Sin embargo, tú nos has aplastado en lugares de miseria. ¡Nos has cubierto de terrible oscuridad! 20 (21) Si te hubiéramos olvidado, oh Dios, y adorado en tu lugar a un dios extraño, 21 (22) tú te habrías dado cuenta, pues conoces los más íntimos secretos. 22 (23) Pero por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas para el matadero. 23 (24) ¿Por qué duermes, Señor? ¡Despierta, despierta! ¡No nos rechaces para siempre! 24 (25) ¿Por qué te escondes? ¿Por qué te olvidas de nosotros, que sufrimos tanto, tanto? 25 (26) Estamos rendidos y humillados, arrastrando nuestros cuerpos por el suelo. 26 (27) ¡Levántate, ven a ayudarnos y sálvanos por tu gran amor!

Salmos 44:9-26 La Biblia de las Américas (LBLA)

¶Sin embargo, tú nos has rechazado y nos has confundido, y no sales con nuestros ejércitos. Nos haces retroceder ante el adversario, y los que nos aborrecen tomaron botín para sí. Nos entregas como ovejas para ser devorados, y nos has esparcido entre las naciones. Vendes a tu pueblo a bajo precio, y no te has beneficiado con su venta. Nos haces el oprobio de nuestros vecinos, escarnio y burla de los que nos rodean. Nos pones por proverbio entre las naciones, causa de risa entre los pueblos. Todo el día mi ignominia está delante de mí, y la vergüenza de mi rostro me ha abrumado, por la voz del que me reprocha y vitupera, por la presencia del enemigo y del vengativo. ¶Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de ti, ni hemos faltado a tu pacto. No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni se han desviado nuestros pasos de tu senda; sin embargo, nos has quebrantado en la región de los chacales, y nos has cubierto con la sombra de la muerte. ¶Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios, o extendido nuestras manos a un dios extraño, ¿no se habría dado cuenta Dios de esto? Pues Él conoce los secretos del corazón. Pero por causa tuya nos matan cada día; se nos considera como ovejas para el matadero. ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. ¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión? Porque nuestra alma se ha hundido en el polvo; nuestro cuerpo está pegado a la tierra. ¡Levántate! Sé nuestra ayuda, y redímenos por amor de tu misericordia.