Salmos 42:6-11
Salmos 42:6-11 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dios mío, me siento muy abatido; por eso pienso en ti desde la tierra del Jordán, desde las alturas del Hermón, desde el monte Mizar. Un abismo llama a otro abismo en el rugir de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas se han precipitado sobre mí. Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el SEÑOR envíe su amor y de noche su canto me acompañe. Y digo a Dios, a mi roca: «¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar afligido y oprimido por el enemigo?». Mortal agonía me penetra hasta los huesos cuando mis adversarios me insultan, preguntándome a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?». ¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!
Salmos 42:6-11 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Dios mío, mi alma está muy abatida. Por eso me acuerdo de ti desde estas tierras del Jordán, desde los montes Hermón y Mizar. Un abismo llama a otro abismo, y resuena la voz de tus cascadas. Todas tus ondas y tus olas pasan sobre mí. Pero tú, Señor, durante el día me enviarás tu gran misericordia, y por la noche tu cántico estará conmigo, con mi oración a ti, Dios de mi vida. Dios mío y Roca mía, yo te pregunto: ¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué debo andar acongojado y sufrir por la opresión del enemigo? Siento un dolor mortal en los huesos cuando mis enemigos me afrentan, cuando a todas horas me preguntan: «¿Dónde está tu Dios?» ¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!
Salmos 42:6-11 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Salmos 42:6-11 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Dios mío, me siento muy abatido; por eso pienso en ti desde la tierra del Jordán, desde las alturas del Hermón, desde el monte Mizar. Un abismo llama a otro abismo en el rugir de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas se han precipitado sobre mí. Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el SEÑOR envíe su amor y de noche su canto me acompañe. Y digo a Dios, a mi roca: «¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar afligido y oprimido por el enemigo?». Mortal agonía me penetra hasta los huesos cuando mis adversarios me insultan, preguntándome a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?». ¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!
Salmos 42:6-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
6-7 (7-8) Me siento muy angustiado, y por eso pienso en ti. Las olas de tristeza que has mandado sobre mí, son como un mar agitado; son como violentas cascadas que descienden de los cerros, de los montes Hermón y Mizar, y se estrellan en el río Jordán. 8 (9) Te ruego, Dios de mi vida, que de día me muestres tu amor, y que por la noche tu canto me acompañe. 9 (10) Tú eres mi protector, ¿por qué te olvidaste de mí? ¿Por qué debo andar triste y perseguido por mis enemigos? 10 (11) Sus burlas me hieren profundamente, pues no dejan de decirme: «¡Ahora sí, tu Dios te abandonó!» 11 (12) ¡Pero no hay razón para que me inquiete! ¡No hay razón para que me preocupe! ¡Pondré mi confianza en Dios mi salvador! ¡Solo a él alabaré!
Salmos 42:6-11 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Dios mío, mi alma está muy abatida. Por eso me acuerdo de ti desde estas tierras del Jordán, desde los montes Hermón y Mizar. Un abismo llama a otro abismo, y resuena la voz de tus cascadas. Todas tus ondas y tus olas pasan sobre mí. Pero tú, Señor, durante el día me enviarás tu gran misericordia, y por la noche tu cántico estará conmigo, con mi oración a ti, Dios de mi vida. Dios mío y Roca mía, yo te pregunto: ¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué debo andar acongojado y sufrir por la opresión del enemigo? Siento un dolor mortal en los huesos cuando mis enemigos me afrentan, cuando a todas horas me preguntan: «¿Dónde está tu Dios?» ¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!
Salmos 42:6-11 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Salmos 42:6-11 La Biblia de las Américas (LBLA)
Dios mío, mi alma está en mí deprimida; por eso me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y desde las cumbres del Hermón, desde el monte Mizar. Un abismo llama a otro abismo a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. De día mandará el SEÑOR su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo; elevaré una oración al Dios de mi vida. ¶A Dios, mi roca, diré: ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo? Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan, mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!
Salmos 42:6-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)
mi Dios! Ahora estoy profundamente desalentado, pero me acordaré de ti, aun desde el lejano monte Hermón, donde nace el Jordán, desde la tierra del monte Mizar. Oigo el tumulto de los embravecidos mares mientras me arrasan tus olas y las crecientes mareas. Pero cada día el SEÑOR derrama su amor inagotable sobre mí, y todas las noches entono sus cánticos y oro a Dios, quien me da vida. «¡Oh Dios, roca mía! —clamo—, ¿por qué me has olvidado? ¿Por qué tengo que andar angustiado, oprimido por mis enemigos?». Sus insultos me parten los huesos. Se burlan diciendo: «¿Dónde está ese Dios tuyo?». ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!