Salmos 37:23-28
Salmos 37:23-28 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostiene de la mano. Fui joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto al justo en el abandono ni que sus hijos mendiguen pan. Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición. Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás dónde vivir. Porque el SEÑOR ama al justo y no abandona a quienes le son fieles.
Salmos 37:23-29 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cuando a Dios le agrada la conducta de un hombre, lo ayuda a mantenerse firme. Tal vez tenga tropiezos, pero no llegará a fracasar porque Dios le dará su apoyo. Ni antes cuando era joven, ni ahora que ya soy viejo, he visto jamás gente honrada viviendo en la miseria, ni tampoco que sus hijos anden pidiendo pan. Cuando la gente honrada regala algo, siempre lo hace con generosidad; sus hijos son una bendición. Así que aléjate de la maldad y haz siempre lo bueno, así te quedarás para siempre en la tierra prometida. Dios ama la justicia y jamás abandonará a su pueblo. ¡Siempre lo protegerá! Los suyos vivirán para siempre en la tierra prometida, pero los malvados y sus hijos serán destruidos por completo.
Salmos 37:23-28 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor dirige los caminos del hombre cuando se complace en su modo de vida. Si el hombre cae, no se queda en el suelo porque el Señor lo sostiene de la mano. Yo fui joven, y ya he envejecido, pero nunca vi desamparado a un justo, ni vi a sus hijos andar mendigando pan. El justo es misericordioso, y siempre presta; sus hijos son para otros una bendición. Apártate del mal, y practica el bien; así vivirás para siempre. Porque el Señor ama la justicia y no desampara a sus fieles; siempre les brinda su protección. Pero los hijos de los malvados serán destruidos.
Salmos 37:23-28 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada; aun cuando caiga, no quedará caído, porque el Señor lo tiene de la mano. Yo fui joven, y ya soy viejo, pero nunca vi desamparado al hombre bueno ni jamás vi a sus hijos pedir limosna. A todas horas siente compasión, y da prestado; sus hijos son una bendición. Aléjate de la maldad y haz lo bueno, y tendrás siempre un lugar donde vivir. Pues el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles; pero destruye a los malvados y los deja sin descendencia.
Salmos 37:23-28 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano. Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición. Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre. Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida.
Salmos 37:23-28 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y el SEÑOR se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano. Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan. Todo el día es compasivo y presta, y su descendencia es para bendición. ¶Apártate del mal y haz el bien, y tendrás morada para siempre. Porque el SEÑOR ama la justicia, y no abandona a sus santos; ellos son preservados para siempre, pero la descendencia de los impíos será exterminada.
Salmos 37:23-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida. Aunque tropiecen, nunca caerán, porque el SEÑOR los sostiene de la mano. Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan. Los justos siempre prestan con generosidad y sus hijos son una bendición. Aléjate del mal y haz el bien, y vivirás en la tierra para siempre. Pues el SEÑOR ama la justicia y nunca abandonará a los justos.