Salmos 33:16-18
Salmos 33:16-18 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
No se salva el rey por sus muchos soldados ni por su mucha fuerza se libra el valiente. Vana esperanza de victoria es el caballo; a pesar de su mucha fuerza no puede salvar. Los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen; de los que esperan en su gran amor.
Salmos 33:16-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
No hay rey que se salve por tener muchos soldados, ni hay valiente que se libre por tener mucha fuerza. De nada sirven los caballos para ganar una guerra, pues a pesar de su fuerza no pueden salvar a nadie. Pero tú cuidas siempre de quienes te respetan y confían en tu amor.
Salmos 33:16-18 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El rey no se salva por tener un gran ejército, ni se escapa el valiente por tener mucha fuerza. Ningún caballo es garantía de salvación; y aunque tiene mucha fuerza, no salva a nadie. El Señor mira atentamente a quienes le temen, a quienes confían en su misericordia
Salmos 33:16-18 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Ningún rey se salva por su gran ejército, ni se salvan los valientes por su mucha fuerza; los caballos no sirven para salvar a nadie; aunque son muy poderosos, no pueden salvar. Pero el Señor cuida siempre de quienes lo honran y confían en su amor
Salmos 33:16-18 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia
Salmos 33:16-18 La Biblia de las Américas (LBLA)
El rey no se salva por gran ejército; ni es librado el valiente por la mucha fuerza. Falsa esperanza de victoria es el caballo, ni con su mucha fuerza puede librar. ¶He aquí, los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia
Salmos 33:16-18 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El ejército mejor equipado no puede salvar a un rey, ni una gran fuerza es suficiente para salvar a un guerrero. No confíes en tu caballo de guerra para obtener la victoria; por mucha fuerza que tenga, no te puede salvar. Pero el SEÑOR vela por los que le temen, por aquellos que confían en su amor inagotable.