Salmos 30:10-12
Salmos 30:10-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Oye, SEÑOR; compadécete de mí. ¡Sé tú, SEÑOR, mi ayuda! Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, para que te cante y te glorifique y no me quede callado. ¡SEÑOR mi Dios, siempre te daré gracias!
Salmos 30:10-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
10 (11) Mi Señor y Dios, ¡escúchame y tenme compasión! ¡No me niegues tu ayuda! 11 (12) Tú cambiaste mi tristeza y la convertiste en baile. Me quitaste la ropa de luto y me pusiste ropa de fiesta, 12 (13) para que te cante himnos y alabe tu poder.
Salmos 30:10-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Escúchame, Señor, y tenme compasión! ¡Nunca dejes, Señor, de ayudarme! Tú cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza y me rodeas de alegría, para que cante salmos a tu gloria. Señor, mi Dios: ¡no puedo quedarme callado! ¡siempre te daré gracias!
Salmos 30:10-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
10 (11) Señor, óyeme y ten compasión de mí; Señor, ¡ayúdame! 11 (12) Has cambiado en danzas mis lamentos; me has quitado el luto y me has vestido de fiesta. 12 (13) Por eso, Señor y Dios, no puedo quedarme en silencio: ¡te cantaré himnos de alabanza y siempre te daré gracias!
Salmos 30:10-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador. Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Salmos 30:10-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Escucha, oh SEÑOR, y ten piedad de mí; oh SEÑOR, sé tú mi socorro. Tú has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría; para que mi alma te cante alabanzas y no esté callada. Oh SEÑOR, Dios mío, te alabaré por siempre.
Salmos 30:10-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Escúchame, SEÑOR, y ten misericordia de mí; ayúdame, oh SEÑOR». Tú cambiaste mi duelo en alegre danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, para que yo te cante alabanzas y no me quede callado. Oh SEÑOR mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!