Salmos 27:8-9
Salmos 27:8-9 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El corazón me dice: «¡Busca su rostro!». Y yo, SEÑOR, tu rostro busco. No escondas de mí tu rostro; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.
Salmos 27:8-9 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; No escondas tu rostro de mí.
Salmos 27:8-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Una voz interna me dice: «¡Busca a Dios!» Por eso te busco, Dios mío. Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda!
Salmos 27:8-9 Reina Valera Contemporánea (RVC)
A mi corazón le pides buscar tu rostro, y yo, Señor, tu rostro busco. Tú eres mi Dios y salvador; ¡No escondas de mí tu rostro! No apartes con enojo a este siervo tuyo, pues siempre has sido mi ayuda. ¡No me dejes ni me desampares!
Salmos 27:8-9 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El corazón me dice: «Busca la presencia del Señor.» Y yo, Señor, busco tu presencia. ¡No te escondas de mí! ¡No me rechaces con ira! ¡Mi única ayuda eres tú! No me dejes solo y sin amparo, pues tú eres mi Dios y salvador.
Salmos 27:8-9 La Biblia de las Américas (LBLA)
Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió: Tu rostro, SEÑOR, buscaré. No escondas tu rostro de mí; no rechaces con ira a tu siervo; tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, oh Dios de mi salvación.
Salmos 27:8-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR». No me des la espalda; no rechaces a tu siervo con enojo. Tú siempre has sido mi ayudador. No me dejes ahora; no me abandones, ¡oh Dios de mi salvación!