Salmos 2:7-9
Salmos 2:7-9 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Yo proclamaré el decreto del SEÑOR: «Tú eres mi hijo», me ha dicho, «hoy mismo te he engendrado. Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; serán tu propiedad los confines de la tierra. Las gobernarás con cetro de hierro; las harás pedazos como a vasijas de barro».
Salmos 2:7-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Voy a dar a conocer lo que Dios ha decidido. Él me dijo: «Tú eres mi hijo; desde hoy soy tu padre. ¡Pídeme lo que quieras! Te daré como herencia las naciones; ¡todo el mundo será tuyo! Gobernarás a las naciones con mano de hierro; ¡las destrozarás como a ollas de barro!»
Salmos 2:7-9 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Yo daré a conocer el decreto que el Señor me ha comunicado: «Tú eres mi hijo. En este día te he engendrado. Pídeme que te dé las naciones como herencia, y tuyos serán los confines de la tierra. Someterás a las naciones con cetro de hierro, y las destrozarás como a vasijas de barro.»
Salmos 2:7-9 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes; ¡los harás pedazos como a ollas de barro!»
Salmos 2:7-9 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
Salmos 2:7-9 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Ciertamente anunciaré el decreto del SEÑOR que me dijo: «Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. -»Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra. -»Tú los quebrantarás con vara de hierro; los desmenuzarás como vaso de alfarero».
Salmos 2:7-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El rey proclama el decreto del SEÑOR: «El SEÑOR me dijo: “Tú eres mi hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre. Tan solo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuya. Las quebrarás con vara de hierro y las harás pedazos como si fueran ollas de barro”».