Salmos 2:10-12
Salmos 2:10-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por eso ustedes, los reyes, sean prudentes; déjense enseñar, gobernantes de la tierra. Sirvan al SEÑOR con temor; con temblor ríndanle alabanza. Besen al hijo, no sea que se enoje y sean ustedes destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!
Salmos 2:10-12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Ustedes los reyes, pónganse a pensar; déjense enseñar, gobernantes de la tierra. Adoren a Dios con reverencia; y con alegría ríndanle culto. Adoren a Dios, para que no se enoje, pues fácilmente se enfurece, y podría quitarles la vida.
Salmos 2:10-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ustedes, los reyes: ¡sean prudentes! Y ustedes, los jueces: ¡admitan la corrección! Sirvan al Señor con reverencia y ríndanle culto con temor reverente. Ríndanse a los pies de su Hijo, no sea que él se enoje y ustedes perezcan, pues su enojo se enciende de repente. ¡Bienaventurados son los que en él confían!
Salmos 2:10-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Reyes y gobernantes de la tierra, entiendan esto, ¡aprendan bien esta lección! Adoren al Señor con alegría y reverencia; inclínense ante él con temblor, no sea que se enoje y ustedes mueran en el camino, pues su furor se enciende fácilmente.
Salmos 2:10-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira.
Salmos 2:10-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento; recibid amonestación, oh jueces de la tierra. Adorad al SEÑOR con reverencia, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian!
Salmos 2:10-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría! ¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra! Sirvan al SEÑOR con temor reverente y alégrense con temblor. Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!