Salmos 144:9-15
Salmos 144:9-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Te cantaré, oh Dios, un cántico nuevo; con la lira de diez cuerdas te cantaré salmos. Tú das la victoria a los reyes; a tu siervo David lo libras de la espada mortal. Ponme a salvo, líbrame del poder de gente extraña. Cuando abren la boca, dicen mentiras; cuando levantan su diestra, juran con falsedad. Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas frondosas; que sean nuestras hijas como columnas esculpidas para adornar un palacio. Que nuestros graneros se llenen con provisiones de toda especie. Que nuestros rebaños aumenten por millares, por decenas de millares en nuestros campos. Que nuestros bueyes arrastren cargas pesadas; que no haya brechas ni salidas, ni gritos de angustia en nuestras calles. ¡Dichoso el pueblo que recibe todo esto! ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR!
Salmos 144:9-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios mío, voy a cantarte un nuevo canto; voy a cantarte himnos al son de música de arpas. A los reyes les das la victoria, y al rey David lo libras de morir a filo de espada. ¡Sálvame también! ¡Líbrame de caer en manos de gente malvada de otros pueblos! Esa gente abre la boca y dice mentiras; levanta la mano derecha y hace juramentos falsos. Permite que nuestros hijos crezcan en su juventud fuertes y llenos de vida, como plantas en un jardín. Permite que nuestras hijas sean hermosas como las columnas de un palacio. Haz que en nuestros graneros haya abundancia de alimentos. Haz que nuestros rebaños aumenten en nuestros campos hasta que sea imposible contarlos. Permite que nuestros bueyes lleven carretas bien cargadas. No dejes que nuestras murallas vuelvan a ser derribadas, ni que volvamos a ser llevados fuera de nuestro país, ni que en nuestras calles vuelvan a oírse gritos de angustia. ¡Tú bendices al pueblo donde todo esto se cumple! ¡Tú bendices al pueblo que te reconoce como su Dios!
Salmos 144:9-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Señor, voy a dedicarte un canto nuevo; lo cantaré al son del arpa y del salterio. Tú eres quien da la victoria a los reyes; tú libras de la espada a tu siervo David. ¡Rescátame! ¡Líbrame del poder de gente extraña, cuya boca dice cosas sin sentido y cuyo poder es un poder falso! Que nuestros hijos, en su juventud, crezcan como plantas vigorosas. Que nuestras hijas sean hermosas como las columnas labradas de un palacio. Que nuestros graneros se llenen y rebosen con toda clase de grano. Que nuestros ganados en el campo se multipliquen por cientos y miles. Que nuestros bueyes resistan el trabajo. Que no nos tomen por asalto ni nos lleven cautivos, ni haya pánico en nuestras calles. ¡Dichoso el pueblo que tiene todo esto! ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!
Salmos 144:9-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Señor, voy a cantarte una canción nueva; voy a cantarte himnos con el salterio. Tú, que das la victoria a los reyes; tú, que libraste a tu siervo David, líbrame de la espada mortal; líbrame del poder de gente extraña, de los que dicen mentiras y levantan su derecha para jurar en falso. Nuestros hijos crecen como plantas en un jardín; nuestras hijas son cual columnas labradas que sostienen la estructura del templo. Nuestros graneros están llenos, repletos de toda clase de alimentos. Nuestros rebaños aumentan por millares, por miles y miles en nuestros campos. Nuestras vacas quedan preñadas, y no tienen su cría antes de tiempo. No hay gritos de alarma en nuestras calles. ¡Feliz el pueblo que tiene todo esto! ¡Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor!
Salmos 144:9-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; Con salterio, con decacordio cantaré a ti. Tú, el que da victoria a los reyes, El que rescata de maligna espada a David su siervo. Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, Cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira. Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio; Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; No tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas. Bienaventurado el pueblo que tiene esto; Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.
Salmos 144:9-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Oh Dios, un cántico nuevo te cantaré; con arpa de diez cuerdas cantaré alabanzas a ti, el que da la victoria a los reyes, el que rescata a David su siervo de espada maligna. Rescátame y líbrame de la mano de extranjeros, cuya boca habla falsedad, y cuya diestra es diestra de mentira. ¶Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes, y nuestras hijas como columnas de esquinas labradas como las de un palacio. Estén llenos nuestros graneros, suministrando toda clase de sustento, y nuestros rebaños produzcan miles y diez miles en nuestros campos. Esté cargado nuestro ganado, sin fracasos y sin pérdida, y no haya gritos en nuestras calles. Bienaventurado el pueblo a quien así le sucede; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR.
Salmos 144:9-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
¡Te entonaré una nueva canción, oh Dios! Cantaré tus alabanzas con un arpa de diez cuerdas. ¡Pues tú concedes la victoria a los reyes! Rescataste a tu siervo David de la espada mortal. ¡Sálvame! Rescátame del poder de mis enemigos. Su boca está llena de mentiras; juran decir la verdad pero, al contrario, mienten. Que nuestros hijos florezcan en su juventud como plantas bien nutridas; que nuestras hijas sean como columnas elegantes, talladas para embellecer un palacio. Que nuestros graneros estén llenos de toda clase de cosechas; que los rebaños en nuestros campos se multipliquen de a miles, y hasta de a diez miles, y que nuestros bueyes estén muy cargados de alimentos. Que ningún enemigo penetre nuestras murallas, ni nos lleve cautivos, ni haya gritos de alarma en las plazas de nuestras ciudades. ¡Felices los que viven así! Felices de verdad son los que tienen a Dios como el SEÑOR.