Salmos 144:3-8
Salmos 144:3-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
SEÑOR, ¿qué es el ser humano para que lo cuides? ¿Qué es el simple mortal para que en él pienses? Todo ser humano es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra. Abre tus cielos, SEÑOR, y desciende; toca los montes y haz que echen humo. Lanza relámpagos y dispersa al enemigo; dispara tus flechas y confúndelos. Extiende tu mano desde las alturas y sálvame de las aguas tumultuosas; líbrame del poder de gente extraña. Cuando abren la boca, dicen mentiras; cuando levantan su diestra, juran con falsedad.
Salmos 144:3-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Dios mío, ¿qué somos nosotros para que nos tomes en cuenta? ¿Qué somos los humanos para que nos prestes atención? Somos como las ilusiones; ¡desaparecemos como las sombras! Dios mío, baja del cielo, toca los cerros con tu dedo y hazlos echar humo. Lanza tus relámpagos, y pon al enemigo en retirada. ¡Tiéndeme la mano desde lo alto y sálvame de las muchas aguas! ¡No me dejes caer en manos de gente malvada de otros pueblos! Esa gente abre la boca y dice mentiras; levanta la mano derecha y hace juramentos falsos.
Salmos 144:3-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Señor, ¿qué son los mortales para que te preocupes por ellos? ¿Qué son los seres humanos para que los tomes en cuenta? Los mortales son una ilusión pasajera; su vida pasa como una sombra. Señor, inclina los cielos y desciende; toca los montes y hazlos humear. Dispersa con tus relámpagos a mis enemigos, lanza contra ellos tus dardos de fuego, y confúndelos; extiende tu mano desde las alturas, y rescátame del mar, porque me ahogo; líbrame del poder de esos extraños cuya boca dice cosas sin sentido y cuyo poder es un poder falso.
Salmos 144:3-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Señor, ¿qué es el hombre, para que pienses en él? ¿Qué es el ser humano, para que tanto lo estimes? El hombre es como un suspiro; su vida pasa como una sombra. Señor, descorre la cortina de los cielos, y baja; toca los montes para que echen humo; lanza tus flechas, los relámpagos, y haz huir en desorden a tus enemigos. Extiende tu mano desde lo alto, y líbrame del mar inmenso; líbrame del poder de gente extraña, de los que dicen mentiras y levantan su derecha para jurar en falso.
Salmos 144:3-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad; Sus días son como la sombra que pasa. Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende; Toca los montes, y humeen. Despide relámpagos y disípalos, Envía tus saetas y túrbalos. Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame de las muchas aguas, De la mano de los hombres extraños, Cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira.
Salmos 144:3-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre para que tú lo tengas en cuenta, o el hijo del hombre para que pienses en él? El hombre es semejante a un soplo; sus días son como una sombra que pasa. ¶Oh SEÑOR, inclina tus cielos y desciende; toca los montes para que humeen. Despide relámpagos y dispérsalos; lanza tus flechas y confúndelos. Extiende tu mano desde lo alto; rescátame y líbrame de las muchas aguas, de la mano de extranjeros cuya boca habla falsedad y cuya diestra es diestra de mentira.
Salmos 144:3-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Oh SEÑOR, ¿qué son los seres humanos para que te fijes en ellos, los simples mortales para que te preocupes por ellos? Pues son como un suspiro; sus días son como una sombra pasajera. Abre los cielos, SEÑOR, y desciende; toca las montañas para que echen humo. ¡Lanza tus rayos y esparce a tus enemigos! ¡Dispara tus flechas y confúndelos! Alcánzame desde el cielo y rescátame; sálvame de las aguas profundas, del poder de mis enemigos. Su boca está llena de mentiras; juran decir la verdad pero, al contrario, mienten.