Salmos 132:1-9
Salmos 132:1-9 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
SEÑOR, acuérdate de David y de todas sus penurias. Acuérdate de sus juramentos al SEÑOR, de sus promesas al Poderoso de Jacob: «No entraré a mi casa ni iré a mi cama; no me permitiré cerrar los ojos, ni siquiera el menor pestañeo, antes de hallar un lugar para el SEÑOR, una morada para el Poderoso de Jacob». En Efrata oímos hablar del arca; dimos con ella en los campos de Yagar: «Vayamos hasta su morada; postrémonos ante el estrado de sus pies». Levántate, SEÑOR; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa. ¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos!
Salmos 132:1-9 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1-2 (1b-2) Dios poderoso de Israel acuérdate de David y de sus sufrimientos; recuerda lo que él te prometió: «Dios poderoso de Israel, no pondré un pie en mi casa, ni me daré un momento de descanso; no dormiré un solo instante, y ni siquiera cerraré los ojos, mientras no encuentre un lugar donde construir tu templo». Cuando estábamos en Efrata oímos hablar del cofre del pacto, y finalmente lo hallamos en la ciudad de Quiriat-jearim. Entonces dijimos: «¡Vayamos al templo de Dios! ¡Arrodillémonos ante su presencia!» Dios mío, ¡ven con el cofre de tu pacto, que es símbolo de tu poder, al templo donde vivirás para siempre! Tus sacerdotes se vestirán con propiedad, y tu pueblo cantará con alegría.
Salmos 132:1-9 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Señor, acuérdate de David y de sus muchas aflicciones; acuérdate, Poderoso de Jacob, de la promesa que te hizo, cuando dijo: «No voy a refugiarme en mi casa, ni voy a entregarme al descanso; no me permitiré un momento de sueño, ni pegaré los ojos para dormirme, hasta que el Señor, el Poderoso de Jacob, tenga un lugar digno en el cual residir.» En Efrata oímos hablar del arca, y la hallamos en los campos del bosque. ¡Vamos! ¡Entremos en el santuario! ¡Arrodillémonos ante el estrado de sus pies! ¡Ven, Señor, a tu lugar de reposo! ¡Ven, con tu arca poderosa! ¡Que tus sacerdotes se revistan de justicia, y que se alegre el pueblo que te es fiel!
Salmos 132:1-9 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1b) Acuérdate, Señor, de David y de todas sus aflicciones; acuérdate del firme juramento, que te hizo a ti, el Poderoso de Jacob: «No me pondré bajo techo ni me acostaré a descansar, no cerraré los ojos ni dormiré un solo instante, mientras no encuentre casa para el Señor, el Poderoso de Jacob.» En Efrata oímos hablar del arca de la alianza, y la encontramos en los campos de Jáar. ¡Vayamos al santuario del Señor! ¡Arrodillémonos ante el estrado de sus pies! Levántate, Señor, con tu arca poderosa, y ven al monte donde has de descansar. Que tus sacerdotes se revistan de justicia; que tus fieles griten de alegría.
Salmos 132:1-9 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Acuérdate, oh Jehová, de David, Y de toda su aflicción; De cómo juró a Jehová, Y prometió al Fuerte de Jacob: No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado; No daré sueño a mis ojos, Ni a mis párpados adormecimiento, Hasta que halle lugar para Jehová, Morada para el Fuerte de Jacob. He aquí en Efrata lo oímos; Lo hallamos en los campos del bosque. Entraremos en su tabernáculo; Nos postraremos ante el estrado de sus pies. Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, Tú y el arca de tu poder. Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y se regocijen tus santos.
Salmos 132:1-9 La Biblia de las Américas (LBLA)
Acuérdate, SEÑOR, de David, de toda su aflicción; de cómo juró al SEÑOR, y prometió al Poderoso de Jacob: Ciertamente no entraré en mi casa, ni en mi lecho me acostaré; no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, hasta que halle un lugar para el SEÑOR, una morada para el Poderoso de Jacob. ¶He aquí, oímos de ella en Efrata; la hallamos en los campos de Jaar. Entremos a sus moradas; postrémonos ante el estrado de sus pies. Levántate, SEÑOR, al lugar de tu reposo; tú y el arca de tu poder. Vístanse de justicia tus sacerdotes; y canten con gozo tus santos.
Salmos 132:1-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
SEÑOR, acuérdate de David y de todo lo que sufrió. Le hizo una promesa solemne al SEÑOR; le juró al Poderoso de Israel: «No iré a mi hogar ni me permitiré descansar; no dejaré que mis ojos duerman ni cerraré los párpados adormecidos hasta que encuentre un lugar donde construir una casa para el SEÑOR, un santuario para el Poderoso de Israel». Oímos que el arca estaba en Efrata; luego la encontramos en los campos distantes de Jaar. Vayamos al santuario del SEÑOR; adoremos al pie de su trono. Levántate, oh SEÑOR, y entra en tu lugar de descanso, junto con el arca, símbolo de tu poder. Que tus sacerdotes se vistan de santidad; que tus leales servidores canten de alegría.